Agentes de la Fiscalía General de Colombia registraron un lugar en el que algunos militares presuntamente efectuaban un espionaje ilegal contra algunos negociadores del gobierno en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, reveló hoy 4 de febrero la revista Semana.
El medio señaló que el registro se efectuó hace más de una semana en un pequeño local que funcionaba a la vez como restaurante y centro de informática, en un sector céntrico de Bogotá.
“En el interior del lugar los investigadores no encontraron mayor cosa. Sin embargo, tras una pesquisa minuciosa ubicaron una puerta falsa y en su interior más de 10 computadores escondidos.
El hallazgo hasta ese momento no era prueba de actividad ilegal. No obstante uno de los responsables del sitio se identificó con una cédula que resultó falsa y posteriormente contó que trabajaba para la inteligencia militar”, señaló la revista.
Según un reportaje central publicado hoy por Semana, un grupo de la inteligencia militar, al parecer sin conocimiento del gobierno, espió durante varios meses las comunicaciones de al menos tres de los representantes del presidente Juan Manuel Santos en las negociaciones que se llevan a cabo en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La información provocó de inmediato un enorme revuelo y llevó al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a pedir al comandante del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez, que investigara la denuncia. Fuentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía dijeron a Semana que los computadores incautados están siendo analizados, aunque la revista señaló que la mayor parte de las evidencias fue retirada por los militares cuando advirtieron que sus actividades estaban quedando al descubierto.
“Se busca establecer si los altos mandos del Ejército estaban al tanto de lo que allí ocurría. ‘Semana’ logró establecer que, tras las revelaciones, los jefes de la polémica fachada negaron a sus superiores la existencia de ella e incluso del allanamiento mismo”, señaló la revista. El ministro del Interior, Aurelio Iragorri, se mostró sorprendido por la información sobre el supuesto espionaje y el registro hecho por la Fiscalía, y comentó que el gobierno espera los resultados de la investigación.
“Hay que investigar si se trata de una rueda suelta (dentro del Ejército). La denuncia es muy grave y la investigación da a entender que hay una situación que hay que aclarar rápidamente. No hay ninguna instrucción tampoco en el sentido de espiar a dirigentes de la oposición. Si están espiando a los negociadores podría uno pensar que nos están ‘chuzando’ (espiando) a todos. No hay una explicación hasta el momento lógica del tema”, dijo el ministro.
Según Semana, el espionaje empezó en 2012, poco antes del anuncio del comienzo de las negociaciones, para lo cual los militares usaron como fachada un pequeño local que funcionaba a la vez como restaurante y centro de informática. La investigación, para la cual la revista consultó a fuentes cuya identidad oculta, reveló que entre los personajes espiados estuvieron Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador, así como Sergio Jaramillo y Alejandro Éder.
El proceso de paz arrancó formalmente en octubre de 2012 en Noruega y al mes siguiente se trasladó a La Habana, donde los delegados del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ya han llegado a acuerdos en los dos primeros puntos de la agenda.