La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, designó como ministra de Políticas para las Mujeres a Iriny Lopes. De esa forma, completó el futuro Gabinete de 37 funcionarios, de los cuales nueve serán mujeres.
Esta semana fueron anunciados los nombramientos de Anna de Hollanda, hermana del cantante y escritor Chico Buarque, como ministra de Cultura, y de la socióloga Luiza de Bairros, a cargo del organismo que combate la desigualdad racial.
Rousseff, que asumirá el primero de enero, también puso a Afonso Bandeira al frente del Ministerio de Desarrollo Agrario, organismo dedicado a la aplicación de la legislación sobre la Reforma Agraria. La Presidenta electa instó a que los dos trabajen de forma integrada con los demás miembros de su equipo, para “cumplir con el programa de desarrollo con distribución de renta” .
La semana pasada, Rousseff expresó, ante el Tribunal Superior Electoral, su compromiso de “honrar a las mujeres, cuidar a los más frágiles y gobernar para todos” y aseveró que la sociedad brasileña “avanzó” al haber elegido a una mujer presidenta.
Si bien Rousseff no pudo cumplir con su aspiración de contar con más de 10 ministras, algunas de las futuras funcionarias desempeñarán cargos de importancia relevante. Ese es el caso de la ministra de Planificación Miriam Belchior, que contará con un presupuesto de decenas de miles de millones de dólares en el 2011, para la ejecución de obras de infraestructura contempladas en el Programa de Aceleración del Crecimiento y en Mi Casa, Mi Vida, plan que construirá 2 millones de viviendas hasta 2014.
Otro cargo clave, el Ministerio de Desarrollo Social, fue confiado a Tereza Campello, quien había sido colaboradora de la economista Rousseff cuando esta se desempeñó como funcionaria en el estado de Río Grande do Sul.
La futura minisatra Campello será responsable de Bolsa Familia, programa que distribuye subsidios económicos a unos 50 millones de personas pobres y es considerado el programa social más importante del presidente Luiz Lula da Silva.