El opositor Guillermo Fariñas, convaleciente luego de dejar un ayuno de 135 días, reflexiona sobre el proceso de liberación de presos y la situación de su país
De buen ánimo, locuaz, con optimismo pese a su crítica situación de salud -“los médicos están escépticos, algo pesimistas”- y tratando de soñar con “el cambio”.
Así se encuentra el disidente cubano Guillermo Fariñas, quien ayer advirtió que aunque el gobierno del presidente Raúl Castro aceptó liberar a un grupo de opositores que fue enviado a España, “la esencia” del Régimen comunista de Cuba sigue intacta.En una entrevista telefónica que concedió a El Tiempo desde la sala de cuidados intensivos del Hospital de Santa Clara, en la provincia cubana de Villa Clara, Fariñas instó a sus compatriotas a perder el miedo a los hermanos Fidel y Raúl Castro y exhortó a los países de América Latina y el Caribe a que, como España y el Vaticano, se preocupen por lo que sucede en Cuba para intensificar la presión política y lograr la apertura democrática.
De 48 años, psicólogo y periodista “no oficial”, el opositor interrumpió la semana pasada una huelga de hambre de 135 días, iniciada en febrero tras la muerte -en un ayuno de 85 días- del encarcelado disidente Orlando Zapata, en demanda de la liberación de presos políticos en Cuba.Fariñas adoptó su decisión luego de que en un histórico proceso de negociaciones entre el Régimen de La Habana, la jerarquía católica de la isla, el Gobierno español y la Santa Sede -que comenzó en mayo de este año- se logró que Castro aceptara liberar a 52 presos políticos.
¿Cuál es su estado de ánimo en estos momentos?
Nuestro estado de ánimo indiscutiblemente que es bueno, porque de los hermanos que decidieron, por sí mismos, partir hacia el exterior, ya se encuentran por lo menos nueve en libertad, en una democracia, esperando y temiendo por los otros que han decidido quedarse dentro de Cuba, a ver si son puestos en libertad antes del 7 de noviembre, cuando se cumplen los cuatro meses que fijó el Gobierno como plazo.
¿Qué ha cambiado en Cuba para que se abra esta puerta y muchas personas puedan recuperar su libertad?
Pienso que lo que ha cambiado en Cuba es la percepción de los que gobiernan, de que ya es más difícil gobernar de forma omnímoda y están poniéndose en función de gobernar de una manera más plural, aunque sigan tildando a sus adversarios políticos de mercenarios, vendepatrias. Pero ya hay una comprensión de que ellos tienen derecho de tener otras opiniones políticas. Y también ha cambiado la percepción de los gobernados sobre el miedo, el terror que les producen los gobernantes.
¿Pero la esencia del Régimen sigue intacta?
Indiscutiblemente que la esencia del Régimen de partido único, de falta de libertad de expresión y de asociación pacífica sigue. Es importante que este paso que se ha logrado no se quede aquí. Esto es una puerta que se abre, pero debemos abrir más puertas. Debemos abrir la puerta de los 115 presos políticos que quedan todavía en prisión y algunos han cometido delitos violentos. Sin embargo, si vamos a la historia de Cuba, Fidel y Raúl Castro y la generación que tomó el poder en 1959 cometieron delitos que ahora serían tildados como terroristas y fueron amnistiados en su momento por los gobiernos correspondientes. Ya es hora de que el perdón comience a rondar las cabezas de los gobernantes.
También hay que abrir la otra puerta de los presos por delitos sociopolíticos, o sea, la de aquellas personas que están en prisión porque han cometido delitos que solo son transgresiones a la ley dentro de Cuba. Nos referimos a la famosa peligrosidad social predelictiva, al hurto y sacrificio de ganado mayor, que la gente lo hace por necesidad y hambre porque el gobierno no garantiza una dieta balanceada a los cubanos. La última puerta que hay que abrir es la de modificar la Constitución de Cuba, el código penal…, todos aquellos artículos que van en contra de las libertades más elementales como de expresión, de asociación, de afiliación política.
La liberación de los prisioneros coincide con la reaparición pública de Fidel Castro en la televisión cubana.
Ellos están tratando de desviar la atención del significado de la liberación de 52 presos políticos y de conciencia, tratando de inculcarle al pueblo el temor a la guerra, a un próximo holocausto que puede ser con armas nucleares. Fidel se vio en la necesidad de salir a mostrarse en público para decir que el comandante, aunque está muy enfermo, sigue al frente de la isla y todo él lo controla.
Fidel Castro luce recuperado
Las recientes apariciones del líder cubano Fidel Castro, coincidiendo con las primeras excarcelaciones de 52 presos políticos, pretenden mostrar que ha “dado el visto bueno” a este proceso, según un disidente de la isla afincado en Madrid. “No tiene sentido que aparezca ahora” y si lo hace, “es para demostrar que está vivo” y “sobre todo para dar a entender que él autoriza y que él ha dado el visto bueno a todo este proceso”, dijo Antonio Guedes, vicepresidente de Unión Liberal Cubana (ULC) y presidente de Asociación Iberoamericanos por la Libertad.
En efecto, cuatro años después de ceder el mando al borde de la muerte, Fidel Castro vive una notable recuperación y en solo una semana salió tres veces al público, en su papel de consejero político y mostrando su faceta de hombre de familia, celosamente guardada en la intimidad por 50 años.
Acompañado de su esposa Dalia Soto y dos de sus hijos, Antonio y Alex, Castro visitó el martes el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, en el oeste de La Habana, un día después de aparecer en un programa de televisión grabado el mismo día.
Hace una semana sorprendió a los empleados del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, también en el oeste, de lo cual se difundió una serie de fotos tomadas por Alex Castro.
Mientras aparecía en televisión, su hermano, el presidente Raúl Castro, iniciaba la liberación de 52 presos políticos, nueve de los cuales ya emigraron a España, siete el martes y dos más ayer. En cambio, uno de los más prominentes opositores cubanos del grupo de los 75 encarcelados en la ‘Primavera negra’ del 2003, Oscar Elías Biscet, ha decidido permanecer en la isla cuando sea liberado en el marco del acuerdo entre la Iglesia y el Gobierno. AFP