El Gobierno cubano liberará a 52 presos políticos a partir de ayer como fruto del inédito diálogo entre la Iglesia y el régimen de Raúl Castro.
Cinco de los prisioneros serán liberados “en las próximas horas” y viajarán “en breve” a España con sus familias. Los otros 47 “en un período de tres a cuatro meses”, con posibilidad de “salir del país”, anunció el Arzobispado de La Habana.
La liberación de los 52 opositores que quedaban presos de un grupo de 75 condenados en el 2003 a penas de entre 6 y 28 años, se anunció en un encuentro de Castro, el cardenal Jaime Ortega y el canciller de España, Miguel Angel Moratinos.
La excarcelación, la mayor en una década desde la liberación de un centenar de presos políticos tras el histórico viaje del Papa Juan Pablo II en 1998, es fruto del diálogo instalado por Castro y el Cardenal el 19 de mayo.
Como primer resultado, el Gobierno liberó en junio a un preso enfermo y trasladó a 12 a cárceles en sus provincias.
Guillermo Fariñas, internado en el hospital de Santa Clara, fue visitado por el obispo de la ciudad, Arturo González, enviado de Ortega, que le informó de las liberaciones, en un intento por convencerlo de deponer la huelga de hambre que mantiene desde hace 134 días en demanda de la excarcelación de 25 reos enfermos.
El opositor comunicó al emisario que “va a esperar a que los primeros cinco presos políticos sean liberados y que luego se reunirá con sus hermanos de lucha para decidir”, dijo Alejandrina García, esposa de uno de los presos políticos que lo cuidaba en la clínica.
Más temprano, Fariñas, periodista y sicólogo de 48 años, se declaró “escéptico” y afirmó que depondría el ayuno cuando 12 reos “estén en la calle”.
Otros opositores recibieron satisfechos, e igualmente escépticos, el anuncio. “Me he quedado perpleja, esperábamos la liberación de 10, 12, hasta 15 y que quizás en cinco o seis meses otros, nunca esto”, dijo Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, familiares de los 75.
Óscar Espinosa, de los 75 y liberado en el 2004 por estar enfermo, piensa que se abren posibilidades a “cambios” en Cuba.
Pero para el disidente Elizardo Sánchez, las excarcelaciones -que bajarían de 167 a 115 la cifra de reos políticos- no garantizan mejorías en la situación de derechos humanos.
Al destacar la trascendencia del diálogo, el cardenal Ortega calificó de “muy positivo” el compromiso del Gobierno y espera que el proceso de liberaciones avance con “agilidad”.
El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, consideró “excelente” la excarcelación, igual que el Gobierno de Chile.
El canciller Moratinos, que anoche retornó a España, sostuvo que con la liberación de los 52 presos políticos “ya no hay razón” para que la Unión Europea (UE) condicione su relación con Cuba, y espera que Estados Unidos “tome nota” de la decisión.
De otro lado, Castro saltó de emoción y abrazó a Moratinos al terminar el partido España-Alemania, dijeron fuentes diplomáticas españolas. “Testigos del festejo fueron el cardenal Ortega y el canciller cubano, Bruno Rodríguez”, participantes también del encuentro de seis horas para tratar la liberación de los presos, que incluyó almuerzo y charla deportiva.