Redacción Mundo
Son eléctricos, pequeños, con cuatro asientos y una autonomía de 250 kilómetros. Son los 3 000 autos ‘ecológicos’ que la alcaldía de París planea poner a disposición del público desde octubre del 2011.
El constructor de los vehículos y encargado de operar el sistema, inspirado en la red Vélib de bicicletas públicas de París, será el grupo francés Bolloré, anunció la alcaldía.
El servicio ideado para París y sus suburbios, llamado Autolib’, contará con cerca de mil estaciones donde se podrá retirar y devolver los vehículos, con el pago de un abono y el tiempo de uso.
El proyecto busca disminuir la contaminación causada por el uso de autos a gasolina y según el alcalde de París, Bertrand Delanoë, supondrá una revolución inédita para las grandes metrópolis del mundo.
En una ciudad como París, donde es difícil encontrar estacionamiento en la calle y es caro alquilar un garaje privado, casi tres de cada cinco personas carecen de un auto, según datos manejados por la alcaldía.
Pero Delanoë afirma que la posibilidad de utilizar vehículos eléctricos a toda hora sin necesidad de ser propietario es “un cambio radical en la concepción humana de la ciudad”.
Los usuarios de Autolib’, franceses o extranjeros, deberán tener una licencia de conducir y pagar un abono anual equivalente a unos USD 16 por mes, semanal USD 20 o diario USD 13. Además tendrán que pagar por el tiempo de uso, que comienza desde unos USD 6,5 la primera media hora, y dejar un depósito de garantía por unos USD 330.
Los autos funcionarán con baterías de litio recargables, con una duración media de cuatro horas en la ciudad. Contarán con sistema de guía GPS, un puerto USB y un botón para pedir auxilio en caso de accidente. Además de las estaciones callejeras y subterráneas con espacios para entre cuatro y 10 autos, habrá cabinas en toda la ciudad para efectuar las reservas y pagar el servicio.
Está previsto que Autolib’ empiece a funcionar en París en octubre del 2011 tras una fase de prueba de un mes y que el sistema esté desplegado en el transcurso del 2012.
La idea de imitar el servicio con autos eléctricos fue cuestionada por grupos ecologistas que sostienen que incentivará el uso de autos en la ciudad, al contrario de lo que ocurrió con las bicicletas Vélib.
También generó inquietud en empresas de alquiler de autos y de taxis, que ven a Autolib’ como una potencial amenaza para sus negocios.
Pero Delanoë asegura que el nuevo sistema permitirá reducir el uso de autos tradicionales y será “complementario” con los taxis de París.