Venezuela cumple un año sin Hugo Chávez, pero con su figura omnipresente, en medio de una crisis económica y una violencia criminal que desató una ola de manifestaciones opositoras en el último mes, con un saldo de 18 muertos.
Los actos para recordar al Mandatario bolivariano, que murió debido al cáncer el 5 de marzo del 2013, se concentrarán en el llamado Cuartel de la Montaña, un museo militar cerca de la casa de Gobierno donde reposan los restos de Chávez. El presidente Nicolás Maduro ha anunciado que las conmemoraciones se prolongarán por 10 días, con todos los entes oficiales aportando su participación en los actos.
Chávez falleció a los 58 años y su partida dejó a los venezolanos más divididos entre partidarios y opositores del Régimen, con dudas sobre su fallecimiento e incertidumbre respecto al vacío de su liderazgo. Eso sí, en las calles de Caracas y edificios estatales aún se puede ver la figura, rostro u ojos pintados del carismático líder que gobernó durante 14 años (1999-2013).
El Gobierno “ha hecho grandes esfuerzos para que la figura de Chávez siga presente”, mientras su voz cantando el himno nacional abre casi todos los actos oficiales, dice la socióloga Maryclen Stelling.
Pero esas mismas calles en el último mes han sido escenario de protestas estudiantiles, de la clase media y dirigentes opositores en rechazo a la inseguridad, la escasez de productos básicos (uno de cada cuatro), la inflación (56%) y la detención y represión de manifestantes.
Aunque el descontento de la clase media es evidente, Stelling descarta “una desestabilización del Gobierno” porque los pobres, quienes son el grueso de la base electoral chavista, “así estén aquejados por la crisis económica y la inseguridad, están conectados políticamente, místicamente, religiosamente, con Chávez, su legado y el socialismo bolivariano del siglo XXI”.
Futuro imprevisible
Los venezolanos vuelven de un largo feriado de seis días, que Maduro decretó en un intento por desmovilizar las protestas contra su administración, encabezadas por estudiantes universitarios que reclaman que el Gobierno atienda la inseguridad, la inflación y la escasez en los mercados.
Sin embargo, ayer (04 de marzo de 2014) se produjo una marcha de miles de estudiantes y opositores hacia una barriada popular de Caracas.
El analista de opinión pública Luis Vicente León, de la firma encuestadora Datanálisis, alertó que a un año de la muerte de Chávez la economía está “crítica y el entorno es muy negativo”. Agregó que el carisma de Maduro es inferior al de Chávez, su control interno es más difícil y su “volátil” popularidad genera menor margen de maniobra para pedir a la población sacrificios y además tiene una mayor dependencia del sector militar.
Con las mayores reservas petroleras del mundo, Venezuela padece una sequía de divisas para importaciones, de las cuales depende el consumo nacional ante una deficiente producción local, generando la escasez. Los economistas achacan los problemas a la política económica estatista iniciada por Chávez -y reforzada por Maduro-, con control cambiario desde 2003 y un abultado déficit fiscal, debido a un intenso gasto durante tres campañas electorales (dos presidenciales y una de autoridades regionales) entre octubre del 2012 y abril del 2013.
En sus discursos con fuertes ataques contra la oposición -que le han impedido establecer un diálogo con dirigentes opositores como Henrique Capriles-, Maduro culpa a una “guerra económica de la burguesía parasitaria” de la escasez, el acaparamiento y contrabando de rubros básicos.
“Chávez actuó como un dique de contención, el modelo daba señales de problemas, pero él con su carisma, su verbo, servía de salvavidas. Al no estar pareciera que los problemas se evidencian con una mayor crudeza”, considera el politólogo Ángel Oropeza, de la Universidad Católica Andrés Bello.
Como nunca antes en 15 años de chavismo, los venezolanos hacen largas colas en los supermercados y, a veces, entran en caos cuando aparecen productos como harina, pan, aceite, azúcar o papel higiénico.
El intelectual alemán Heinz Dieterich, ideólogo del llamado socialismo del siglo XXI, señaló que el destino del gobierno de Maduro depende de su capacidad de adecuar el modelo político-económico heredado de Chávez a las condiciones actuales de Venezuela y América. “La pregunta decisiva es si el gobierno de Maduro tiene la capacidad de innovar el sistema heredado o no. Ahí se decide su destino”, señaló en una entrevista con la prensa venezolana.
En contexto. El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que estaría en Caracas en los actos de homenaje al fallecido Hugo Chávez. A él se sumará el mandatario nicaragüense Daniel Ortega, quien reapareció en público la noche del lunes en medio de rumores sobre su salud.