Esta semana pasé con más frecuencia por la red Twitter, porque de ahí salió el rumor de que había muerto Luis Miguel, mi artista favorito. Y esa fue una oportunidad para reflexionar sobre una parte algo negativa de la Internet, sobre todo para los que hablamos y escribimos en español.
Ya pasó con los primeros teclados y sistemas operativos, y ahora es común en los modernísimos ‘smartphones’ o teléfonos inteligentes: la ñ y las tildes son una especie de elementos exóticos. Se necesita de un comando especial o la aplicación del corrector automático para aparecer en la pantalla. Por eso se volvió tan común en nuestra vida enviar y recibir mensajes de texto o actualizaciones de Facebook sin el acento donde debe ir según esas sagradas reglas gramaticales que a nuestras maestras de primaria les costó tanto enseñarnos.
Y esa puede ser otra razón por la cual, en la actualidad, a pocos llama la atención encontrar en rótulos, carteles y hasta avisos publicitarios palabras sin tilde, o con el acento donde al que escribió le parecía que quedaba mejor. Por eso me resultó muy interesante una crónica que encontré sobre el trabajo del español Pablo Zulaica (1), que ha emprendido una campaña en la ciudad de México para recordar a la gente de a pie en donde debe ir la tilde.
Las fotos publicadas en su blog ‘Acentos Perdidos’ (2), resultan hasta graciosas: Zulaica y alguno de sus amigos colocan una tilde inmensa en blanco sobre las palabras mal acentuadas.
Además de las que se justifican en que están escritas con mayúsculas (lo cual va en contra de lo que dispone la Real Academia) se pueden ver ejemplos tan increíbles como las palabras que detallo a continuación en comillas, para que no crean que a mí también se me olvidó la tilde: “Menu del dia”, “jubilacion”, “clasico”, “expresate”, y una de oro: “estacíon Santa Justa” (en la señalización del metro de la capital mexicana). Todo en letras grandes y a todo color. ¿Cómo van a escribir esas palabras los niños que ven esto en las calles todos los días?
Aunque se trata de una campaña casi quijotesca, que no tiene fines de lucro, ya ha tenido varias réplicas en otros países de la región: Costa Rica, Colombia, Perú, Argentina, entre otros. Pero me dio mucha pena no encontrar una extensión de esta iniciativa de Ecuador. Y, créanme, no es que nuestro país esté exento de estos ‘horrores’ en el uso del idioma. Si alguien se atreve, avíseme, que con gusto le ayudo…
Por si le interesa:(1) www.gatopardo.com/numero-111/cronicas-y-reportajes/un-ano-detras-de-los-acentos(2) acentosperdidos.blogspot.com/