El Supremo Tribunal Federal (STF) restauró el derecho de los ciudadanos de reírse de los políticos. En la noche del jueves se suspendió la norma que prohibía la satirización de los candidatos durante la campaña para los comicios presidenciales de octubre.
Con esta resolución quedó suspendido un decreto de la legislación electoral que prohibía a programas de radio o de televisión la utilización de mecanismos técnicos que “degraden o ridiculicen” a candidatos o partidos políticos durante la campaña.
El juez Ayres Britto, del STF, aceptó un pedido formalizado por la Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y TV (Abert) pero que, gracias a las redes sociales en internet (como Facebook, YouTube, Twitter), se convirtió en una campaña en todo el país.
En su decisión, Britto señaló que “programas humorísticos, historietas y caricaturas que ponen en circulación ideas, opiniones” forman parte de las actividades periodísticas y, por lo tanto, gozan de “la plenitud” asegurada por la Constitución.
Para el juez, la prohibición eliminaba a priori “un estilo particular de hacer prensa: aquel que usa trucos, edición y otros recursos de audio y video como técnicas de expresión de la crítica periodística, en especial en los programas humorísticos” .
La cuestión había alcanzado tal magnitud que el pasado domingo varios centenares de humoristas se reunieron en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, para una irreverente manifestación con el lema “Humor sin censura”, pidiendo el fin de la prohibición.
Para el humorista Bruno Mazzeo, el veto de hacer bromas o caricaturas con políticos durante la campaña “es como si prohibieran hablar de fútbol durante la Copa del Mundo”.
El comediante Lucio Mauro Filho agregó que la norma era “ridícula y antidemocrática. Los humoristas no hemos venido a esta marcha para hacer chistes, sino a luchar por nuestros chistes”.
Como es tradición, la campaña electoral en marcha se convierte en una eterna fuente de bromas para los humoristas, incluso porque un famosos payaso, Tiririca, presentó su candidatura con su lema: “Vote a Tiririca, no va a quedar peor de lo que está”.
La organización Reporteros Sin Fronteras emitió ayer una nota en la que apuntó que “el derecho a la caricatura es un pilar esencial de la libertad de expresión” .
Britto aún debe enviar su decisión al plenario del STF, que puede o no aceptarla. Hasta entonces, los programas son libres de satirizar a los políticos.
El primer turno de las elecciones tendrá lugar el 3 de octubre, y de haber una segunda vuelta será el 31 de ese mes.