El político y empresario italiano Silvio Berlusconi, 74 años, el segundo hombre más rico de su país, pagará a su segunda esposa, Verónica Lario, 300 000 euros al mes (USD 375 000) como pensión compensatoria por el divorcio. Él aparece más en la prensa por los escándalos sexuales que por sus acciones de gobierno.
Promueve fiestas orgiásticas, le gustan las acompañantes múltiples en la cama, tiene un ‘agregado’ que se dedica a conseguirle chicas lindas y bien predispuestas para sus famosas fiestas…
La revista Noticias de Argentina, en su página www.revista-noticias.com.ar, cuenta que el Primer Ministro italiano anda con una caja de joyas a cuestas para premiar a sus favoritas y, lejos de la improvisación, se pasa horas viendo videos con sus propios discursos antes de ir a pronunciar uno nuevo. Usa maquillaje, pero no usa preservativo.
“Yo no soy un santo”, llegó a decir. Y agregó: “Me parece que ustedes ya se dieron cuenta”. Por cierto, todos lo sabían, pero su separación de Verónica Lario tras el escándalo en el que aparecía involucrado con una modelo de 18 años, marcó un punto de inflexión importante en su vida privada: parece que el Cavaliere hubiera perdido toda barrera de contención. Ya nada lo averguenza.
Berlusconi fue a la fiesta de 18 años de una de sus protegidas. Su mujer, de quien vivía separado, se indignó, lo acusó de “frecuentar menores” y le pidió el divorcio.
Paralelamente, comenzaron a circular las imágenes tomadas por el fotógrafo Antonello Zappadu, que revelaban las cenas tórridas de Villa Certosa, la casa de Berlusconi en Cerdeña.
Las fotos aparecieron en periódicos extranjeros. Mostraban chicas con poca ropa, algunas realizando actos lésbicos.
Noemi Letizia fue la piedra del escándalo, la que provocó su separación. Es napolitana y conoció a Berlusconi porque le mandó un ‘book’ a un amigo de él y fue seleccionada para visitar Villa Certosa (junto con 40 mujeres más). Barbara Montereale es amiga de Patrizia D’Addario y declaró haber recibido dos sobres con dinero por haber asistido a la fiesta.
Patrizia es profesional del sexo. Grabó sus conversaciones con Berlusconi y las entregó a un juez.
A Berlusconi le gusta cuidar mucho su imagen de galán y no duda en recurrir a la cirugía estética para conseguirlo. Además, su entorno más próximo asegura que en sus ratos libres aprovecha para hacer gala de su buen humor contando chistes que, por otra parte, suelen ser bastante malos.
Silvio Berlusconi nació el 29 de septiembre de 1936 en Milán. Hijo de un directivo bancario de clase media. Desde muy pequeño empezó a demostrar su gran habilidad para los negocios, vendiendo sus apuntes de clase a sus compañeros. Antes de ir a la universidad tuvo tiempo de ganarse la vida como animador musical.
Berlusconi empezó a dar muestras de poder cuando en 1983 terminó con el monopolio en Italia de la RAI tras incorporar a sus arcas Italia Uno y Rete 4. En 1986 compró los Estudios Roma y el equipo de fútbol del A.C. Milán.
En 1993 decidió dar un giro a su vida y dedicarse a la política con la creación del partido Forza Italia. Como no podía ser de otra forma, Silvio anunció rápidamente su entrada en la campaña electoral, que contó con el apoyo de todo su imperio mediático.
Que Berlusconi no tiene la menor preocupación por la conducta que debería corresponderle a su cargo resulta más que evidente. Pero parece que estas inconductas no son sus únicos crímenes. Actualmente está bajo investigación el empresario Giampaolo Tarantini, quien tuvo la tarea de seleccionar los ‘talentos nacionales’ para frecuentar las ‘fiestitas’ berlusconianas. El descubridor de talentos podría ser procesado por dedicarse al negocio de la prostitución.
Berlusconi también puede verse complicado por el uso de aviones oficiales para transportar a las ‘palomitas’ a sus residencias.
El periódico conservador The Times de Londres identifica tres motivos por los que Berlusconi pudiera perder en breve el poder. Una de ellas, el daño que ha causado a la imagen de Italia en el extranjero. “Las risillas de fuera y la alegría por el mal ajeno de un país que parece estar reforzando su estereotipo están dejando maltrechos a los italianos”.
Su fricción con la prensa
El Jefe de Gobierno italiano ha iniciado un proceso contra los diarios La Repubblica y L’Unità, que habían informado de sus supuestas aventuras sexuales. El diario Le Monde de París opina al respecto: … “Esta batalla bien podría ser más peligrosa para el jefe de Gobierno de lo que cree[…]”…
La asociación italiana de periodistas (FNSI) convocó el jueves una manifestación contra el proyecto de ley para la regulación de escuchas y la restricción a las informaciones de medios y periodistas sobre procesos judiciales, propuesto por Berlusconi, que fue aprobado por el Senado hace unas semanas. La iniciativa limitará las escuchas en investigaciones judiciales y contempla cuantiosas multas para medios y periodistas que hagan públicos conversaciones de sospechosos grabadas durante investigaciones.