En su colección didáctica Cara y Cruz, Grupo Editorial Norma ofrece a los lectores ‘Aura’, la enigmática y bella novela breve de Carlos Fuentes.
El reconocido novelista mexicana abre su ficción -fantasmal, y poética- con esta cita de Jules Michelet: “El hombre caza y lucha. La mujer intriga y sueña; es la madre de la fantasía, de los dioses. Posee la segunda visión, las alas que le permiten volar hacia el infinito del deseo y de la imaginación…Los dioses son como los hombres: nacen y mueren sobre el pecho de una mujer…”. ‘Aura’, o un juego de la fantasía, fue publicada por primera vez por Editorial Era, México, en el lejano 1962. Ha perdurado en el tiempo porque es una obra redonda y definitiva.
Esta novela, que ya se ofrece en las principales librerías del país, contiene dos estudios de gran factura: Carlos Fuentes: ‘Aura’, de Adolfo Castañón, y Un aquelarre en la calle Donceles 815, de Mario Mendoza. Además, se encuentra una cronología del autor y de la época en que fue editada la obra.
Castañón menciona que esta narración recrea, con exactitud, un procedimiento mágico: el astuto tejido de simetrías que va armando entre la anciana Consuelo y Aura, “por ejemplo el intercambio de llaves que en un caso el personaje invocado, Felipe Montero, da y en otro recibe”. Adolfo Castañón deja más perplejo al lector cuando propone estas inquietantes dudas: si Aura es solo un fantasma, una proyección mágica de Consuelo, entonces, ¿quién es la primera persona, el yo de la voz que guía los pasos del historiador Felipe Montero, es decir, del lector? ¿Quién cuenta la historia?
Mario Mendoza se enfoca en el sutil modo de presentar cierta información en ‘Aura’. “La escritura no cumple en esta obra una labor de mera comunicación, sino que trabaja simultáneamente en dos planos”. Por un lado, sigue Mendoza, se notifican al lector algunos datos y algunos sucesos que conforman el texto literario como tal. Lo otro: detrás de cada dato y de cada suceso existe una vasta dimensión por descubrir.