Santiago. REUTERS
El sistema eléctrico de gran parte de Chile permanecerá frágil tras el apagón de anteanoche, mientras la mayoría de las mineras afectadas retomaron ayer sus faenas, pues el suministro fue casi restituido en su totalidad.
El Gobierno calificó la situación como crítica y llamó a la población a restringir el consumo. “Al igual como ocurrió desde el terremoto del 27 de febrero, por los próximos siete días vamos a tener un sistema eléctrico inestable”, dijo el presidente Sebastián Piñera, durante la ceremonia de inauguración del año escolar.
Pero el sistema podría demorar hasta seis meses hasta volver a los niveles de seguridad de antes de la tragedia.
El corte abarcó desde la norteña región de Atacama hasta la sureña isla de Chiloé, en una extensión de 2 150 km y se debió a una falla en un transformador de una subestación clave en el sur del país.
De otro lado, un sismo de 6,7 grados Richter remeció ayer, a las 23:21 (02:21 GMT), la costa de la región Bío Bío, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos: una réplica más del devastador terremoto del 27 de febrero. La Oficina Nacional de Emergencias no entregó inmediatamente reportes de daños o heridos, ni emitió una alerta de tsunami.