Berlín, Dublin,Roma. DPA, Reuters
La Iglesia Católica alemana abrirá una línea telefónica el 30 de marzo para atender a las víctimas de los presuntos abusos a menores cometidos por religiosos, anunció el encargado de la gestión de esos casos, el obispo de Tréveris, Stephan Ackermann.
En las últimas semanas, han salido a la luz casos de abusos a menores cometidos en los años sesenta, setenta y ochenta en el seno de la Iglesia Católica alemana.
El jefe de la Iglesia Católica de la República de Irlanda, el cardenal primado Sean Brady, afirmó que solo a pedido del papa Benedicto XVI renunciará a su cargo, tras las acusaciones sobre encubrimiento de abusos sexuales a niños y adolescentes.
Ayer, la agencia de noticias DPA, en un análisis, dice que Alemania espera una palabra del Papa sobre el escándalo que sucede a la Iglesia Católica. “Ni una alusión sobre los abusos sexuales en instituciones de la Iglesia ni un pedido de disculpas: el papa aún no mostró personalmente su condena a un capítulo oscuro en la historia de la Iglesia. “¿Por qué la primera autoridad del catolicismo solo dejó entrever su ‘conmoción’ a través del presidente de la conferencia episcopal alemana?”.
Una vez más, agrega, el Vaticano muestra que sus asuntos marchan con lentitud y que el Papa no es un hombre de respuestas impetuosas. Sin embargo, también cabe pensar que lo que se cuece tras los muros del Vaticano es un trabajo lento y muy meditado.
Sin embargo, dice que, el “meticuloso y cuidadoso” Papa exigirá medidas claras contra los abusos en la carta pastoral ya anunciada a los obispos irlandeses.