Una alarma de emergencia que podría haber alertado a los trabajadores a bordo de la desaparecida plataforma de perforación Deepwater Horizon, en el golfo de México, fue intencionalmente desactivada para que los trabajadores pudieran dormir, según ha revelado un ingeniero a investigadores en Estados Unidos.
Mike Williams, ingeniero a bordo de la plataforma operada por Transocean Ltd, basada en Suiza, dijo que la alarma general que habría detectado la nube de gas metano inflamable que envolvió la cubierta de la instalación, el 20 de abril, fue deshabilitada.
Fueron apagados todos los sistemas de alerta, tanto los visuales como los sonoros que avisan en caso de incendio o si hay altos niveles de gases tóxicos.
Según Williams, las alarmas se empezaron a apagar hacía un año y, aunque él presentó una queja, nadie le escuchó.
“Los operadores de la plataforma no querían que la gente se despertara a las 03:00 por falsas alarmas”, dijo Williams ante un panel federal de seis miembros en Luisiana.
Las declaraciones de Williams se producen en una semana cargada de testimonios de funcionarios de las compañías que tenían relación con la plataforma, que explotó el 20 de abril y se hundió dos días después.
La explosión dejó como saldo 11 muertos y el peor derrame de la historia de Estados Unidos. Se calcula que se han derramado millones de barriles de crudo en el lecho marino.
Además, se ha afectado a más de 600 especies de animales (134 variedades de aves, 445 tipos de peces, 45 de mamíferos, 32 de reptiles y anfibios, entre otros).
La instalación propiedad de Transocean, y arrendada por petrolera británica BP, estaba perforando un pozo a 1,6 kilómetros por debajo de la superficie marina en el golfo de México.
No obstante, declaraciones escritas del personal de la plataforma tomadas por investigadores estadounidenses y obtenidas por Reuters, refieren que las alarmas sí sonaron en la instalación.
“La configuración de la alarma general en la plataforma Deepwater Horizon se hizo con un propósito y se ajusta a aceptadas prácticas marítimas”, dijo Transocean en una declaración, al agregar que la instalación tenía “cientos de alarmas individuales de incendio y gas, las cuales fueron examinadas y estaban en buenas condiciones”.
Este hecho merma aún más el trabajo de la compañía que desde que se registró el derrame, tiene una baja en sus acciones del 45%.
Las investigaciones continúan, pero mientras las labores para remediar la tubería de 21 pulgadas rota y por la que se escapaba el petróleo hasta el 19 de julio, fecha en la que se colocó un tapón provisional, están suspendidas.
Las obras se paralizaron el pasado jueves debido a la llegada de la tormenta tropical Bonnie, que según estudios metereológicos llegaría a la zona del derrame entre la noche de ayer y este día.
Sin embargo, ayer Bonnie bajó de categoría. Pasó de tormenta a depresión. Sus vientos también disminuyeron la velocidad: de 65 km por hora a 8 km por hora.
Con esa noticia los técnicos que realizaban las labores de mitigación en el golfo decidieron regresar a la zona.
Ayer los equipos de la plataforma de perforación, con los que se inyectará barro y cemento sobre el pozo dañado, se preparaban para retornar al área del derrame. Ellos esperan culminar estas labores en los primeros días de agosto. A la par continuará la limpieza del hidrocarburo del mar.
Otros detalles
Los técnicos tienen previsto realizar una perforación para llegar a la tubería dañada, quieren abrirla y repararla desde ahí.
Hasta este día se esperaba mal tiempo debido a los remanentes de la tormenta. Estos, sin embargo, se desintegrarán sobre el golfo tras cruzar la península de Florida.
Si la tormenta era fuerte, el equipo de la BP tenía proyectado trabajar en la zona dentro de unos 15 días, esto no sucedió.