El Presidente ucraniano y la oposición acordaron ayer abolir las leyes represivas contra los manifestantes, aunque el líder opositor Arseni Yatsenyuk rechazó la oferta de ser primer ministro, anunció la Presidencia tras una reunión de 4 horas.
El presidente Víktor Yanukóvich había ofrecido el domingo a Yatsenyuk, uno de los líderes de la oposición que se moviliza desde hace dos meses contra el poder, el puesto de primer ministro.
Los manifestantes pusieron ayer de nuevo de manifiesto la debilidad del presidente Yanukóvich, al asaltar el Ministerio de Justicia, ignorar las amenazas oficiales y desalojarlo solo tras la intervención de la oposición.
“Nuestro objetivo es bloquear las instituciones estatales para demostrar a todo el mundo que el actual Gobierno ha perdido el control. Asaltaremos todos los edificios oficiales hasta que le llegue el turno a la residencia de Yanukóvich”, señaló ayer a EFE un activista de Causa Común, protagonistas del asalto.
El incidente es más sangrante, ya que ocurre en víspera de la crucial sesión de la Rada Suprema (Legislativo), en la que se decide el futuro de Ucrania y la continuidad de las protestas, que se han extendido como un reguero de pólvora por todo el país. Precisamente, Yanukóvich celebró ayer una segunda ronda de negociaciones con los líderes opositores, que insisten en la adopción de una Constitución que limite los poderes del jefe del Estado, para seguidamente convocar elecciones anticipadas.
Mientras, en el edificio ministerial se veían columnas bien organizadas de opositores armados con palos, más parecidos a milicianos que a manifestantes pacíficos. Está situado a medio kilómetro del “Euromaidán”, la plaza que es el centro de las protestas.