La cifra de muertos por las inundaciones en Brasil subió a 52, mientras las autoridades informaron sobre un brote de diarrea y temen que debido a las malas condiciones sanitarias surjan epidemias, se informó ayer.
Defensa Civil reportó que las inundaciones causaron 35 muertes en el estado de Alagoas y 17 en el de Pernambuco, ambos en la región noreste, donde unas 50 personas continúan desaparecidas y unas 157 000 debieron dejar sus viviendas. Debido a la gravedad de la situación, el presidente Luiz Lula da Silva suspendió su viaje a la cumbre del G20, en Canadá. Los habitantes de la zona están recibiendo ayuda de parte del Ejército brasileño (foto).
Las aguas contaminadas así como la proliferación de insectos y roedores hacen temer que se desaten epidemias de leptospirosis, cólera y dengue, señalaron las autoridades sanitarias. Los reportes de gente enferma han llegado por cientos.
Más de 11 000 viviendas fueron estropeadas en Pernambuco, varias quedaron totalmente arruinadas. Un escenario similar se registra en el sector de Alagoas. ANSA