Un total de 15 de los 72 inmigrantes centroamericanos y sudamericanos hallados muertos el martes en un rancho del estado mexicano de Tamaulipas ya fueron identificados, confirmó ayer un vocero de la fiscalía estatal bajo anonimato.
“Van 15 cadáveres identificados hasta ahorita y se han hecho 32 necropsias”, comentó el vocero en Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas. Entre los identificados “cuatro de ellos son salvadoreños y un brasileño”, dijo sin dar más detalles.
Desde que se reportó la masacre, en un comunicado la noche del martes ampliado en una conferencia de prensa el miércoles, se detuvo por completo el flujo de la información oficial.
Ayer solo se informó que el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Fernández, se desplazó momentáneamente a la Ciudad de México para reunirse con el secretario de Gobernación (ministro del Interior) , Francisco Blake.
En el sitio se encuentran desde ayer la cónsul de Ecuador en México, Verónica Peña, acompañada de los oficiales de la Agregaduría de Policía, coronel Héctor Paredes y mayor Víctor Hugo Zárate. También el Cónsul General y el Vicecónsul de Brasil, dos cónsules generales de El Salvador y un Cónsul de Honduras que se trasladó de San Luis Potosí (norte).
Un comunicado de la Cancillería informó ayer por la tarde que -a más del único ecuatoriano sobreviviente de la matanza a manos de un grupo delictivo- existe una víctima ecuatoriana fallecida, menor de edad.
El boletín señaló que la cónsul Verónica Peña previamente mantuvo un diálogo telefónico con el testigo ecuatoriano de 18 años quien relató que entre el grupo de inmigrantes se encontraba otro compatriota. El embajador de Ecuador en México, Galo Galarza, dijo que la Cónsul está pendiente del estado de salud del compatriota y para colaborar en su regreso al Ecuador, “que es el deseo del Presidente”. Además de recabar toda la información sobre los posibles fallecidos de nacionalidad ecuatoriana.
Desde el lunes las autoridades mexicanas custodian al testigo ecuatoriano que luego de resultar herido de bala huyó de un rancho cerca al poblado de San Fernando y dio aviso a la Marina. Ayer él fue trasladado del Hospital General Alfredo Pumarejo a un centro de la Marina para garantizar su seguridad. Los 72 indocumentados asesinados en Tamaulipas iban en un camión rumbo a Estados Unidos cuando, entre el sábado y el domingo pasado, fueron interceptados por un convoy del cartel de Los Zetas.
Varias camionetas, según el relato del único sobreviviente de lo que es -hasta ahora- la peor masacre en la ola de violencia por parte del crimen organizado, le cerraron el paso al vehículo en el que viajaban las víctimas y los hicieron bajar de él. Les advirtieron que eran Los Zetas.
Uno a uno, los 58 hombres y 14 mujeres, entre ellos menores de edad, fueron colocados contra la pared dentro de una bodega del rancho, señalan las primeras investigaciones. Luego, se les obligó a quedarse con la cabeza agachada y fueron fusilados con ráfagas de armas de alto poder. Al final, los asesinos remataron con el tiro de gracia a cada una de sus víctimas. Entre los fusilados estaba el ecuatoriano, quien se hizo pasar por muerto. El tiro final le entró, al parecer, por un extremo del cuello y salió por la mandíbula. Esperó ahí, tendido, hasta que los victimarios se fueron y pudo escapar.
Él fue el único sobreviviente. Hasta el momento, lo que es un misterio, es cómo recorrió los casi 22 kilómetros que separan al sitio del punto donde hizo contacto con personal de la Armada de México al que pidió ayuda. Ahí narró que los maleantes les ofrecieron trabajo como sicarios, y que ganarían USD 1 000 a la quincena. Todos se resistieron y con el rechazo vino la masacre. Un fuerte dispositivo de seguridad se mantiene en la zona.
La cronología
2003
Militares capturan al líder del cartel del Golfo, Osiel Cárdenas, en Matamoros. Trata de escapar, lo que provoca enfrentamientos a tiros entre soldados y sicarios.
2004
Tras el arresto de Cárdenas, Guzmán (cartel de Sinaloa) envía sicarios a N. Laredo, Reynosa y Matamoros, en busca del control de las rutas del Golfo dentro de Texas.
2005
Guzmán quiere el mando en Tijuana y las rutas de la droga dentro de California. La violencia va en aumento y causa la muerte de unas 1 500 personas en este año.
2006
La violencia se extiende a Acapulco, Monterrey y Michoacán. El presidente Calderón envía militares y policías federales para buscar frenar las ambiciones de Guzmán.
2007
El Gobierno destina militares a Tijuana y a otras regiones. Extradita a EE.UU. a Cárdenas y realiza un decomiso de 23 toneladas de cocaína.
La violencia aumenta.
2008
Guzmán lucha contra el cartel de Ciudad Juárez, zona clave para la entrada de droga a EE.UU. y Ciudad de México comienza a registrar hechos de narcoviolencia.
2009
El presidente Felipe Calderón envía 10 000 militares y policías más a Ciudad Juárez, pero la violencia continúa y el año cierra con más de 7 000 asesinatos.
2010
Capturan a Teodoro ‘El Teo’ García Simental, jefe narco en Tijuana, aliado de Guzmán y considerado como uno de los responsables de la ola de violencia en Tijuana.
10 000 secuestros
La identificación de las víctimas es complicada debido a que los migrantes suelen viajar sin documentos y “cualquier papel, alguna carta” en sus mochilas será vital para establecer su nacionalidad y nombre, admitió ayer el embajador de El Salvador en México, Hugo Castillo.
Un fuerte dispositivo de seguridad, con tropas del Ejército y apoyado por helicópteros se mantiene en San Fernando.
La estatal Comisión de Derechos Humanos de México recordó en un comunicado que según un estudio publicado en el 2009, cerca de 10 000 emigrantes fueron secuestrados a su paso por México en un lapso de seis meses.
El presidente de México, Felipe Calderón, presentó ayer un plan para combatir el lavado de dinero del crimen organizado y el terrorismo. Este incluye una limitación a las transacciones en efectivo, que superen los 100 000 pesos (unos 7 600 dólares).