A las 03:34 del pasado sábado, el ecuatoriano Carlos Proaño Landín, de 40 años, se encontraba operando a un paciente en Santiago de Chile. Sorprendentemente, en cuestión de segundos el galeno logró zurcir al enfermo y salir del quirófano, en medio del terremoto que estremeció esa madrugada a Chile. Ambos están vivos.
Proaño, un médico cirujano, llegó a Chile hace tres años en busca de un mejor nivel de vida. Su vivienda está a 10 minutos del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago. En esta ciudad también viven su hermano Tito y sus tías Patricia Centeno y Verónica Ruiz. Los tres son galenos y ejercen en Chile. La primera en emigrar fue Centeno, hace siete años.
En Ecuador, la familia Proaño Landín, que habita en Camilo Destruge entre la 26 y la 27, en el suburbio de Guayaquil, no tuvo noticias de sus hijos hasta el domingo. Ese día Carlos Proaño se comunicó con ellos para decirles que está a salvo y que trabaja más que nunca para atender a los heridos de la catástrofe.
Habló solo dos minutos y la llamada se cortó. Ese tiempo bastó para devolverles la calma. Ahora les toca esperar que se reporten de nuevo, porque dicen que las llamadas desde aquí no ingresan a Chile. “Le he mandado mensajes por Internet y nada. Solo podemos esperar porque a nosotros no nos entra la llamada”, cuenta su hermana Olga Landín.
En General Gómez y la Décima, en el suburbio de Guayaquil, Sandra Medranda logró comunicarse el domingo con su hermano Andrés Medranda Zamora. Este ecuatoriano es médico en una comuna minera en Santiago. Reside en Chile hace 11 años.
En tanto, en Cuenca, unas 12 familias se acercaron ayer a la Gobernación de Azuay, para solicitar que el Estado les ayude a localizar a sus familiares que viven en Chile. La mayoría de los desaparecidos son estudiantes de medicina y galenos.
Carlos Pérez Guartambel tiene desaparecido a su hermano Julio Milton, de 29 años, quien radica en Chillán, al sur de Santiago. Él viajó a ese país hace dos años por estudios y desde hace varios meses realizaba una pasantía en el hospital de esa ciudad. Chillán queda cerca de Concepción.
Pérez refirió que desde el amanecer del sábado ha llamado sin resultado a varios números (telefonía fija y móvil) de su hermano, amigos y al lugar de trabajo.
Ayer, el gobernador de Azuay, Leonardo Berrezueta, llamó a la calma a las familias e informó el número 0056-22315073 de la Embajada ecuatoriana en Chile. Otros ecuatorianos de los que hasta ayer no se conocía su paradero son los médicos Claudio Pulla y Johana Calle.
Berrezueta enviará la nómina de las personas desaparecidas en Chile. También mencionó la posibilidad de realizar una telemaratón para recolectar ayuda para los damnificados chilenos.