Las autoridades chinas apuntaban el viernes a una posible causa criminal de la explosión en la entrada de un parvulario del este del país, que causó al menos ocho muertos y 65 heridos.
La policía clasificó de forma preliminar la explosión como un crimen y detuvo a un sospechoso, informó la agencia oficial china Xinhua, sin precisar si el posible motivo podía ser o no intencionado.
Varios medios chinos afirmaron que la explosión fue causada el jueves por la tarde por una bombona de gas utilizada por un vendedor callejero que estaba delante del centro escolar, en la ciudad de Fengxian, en la provincia de Jiangsu.
Entre las víctimas, figuran mujeres y niños.
El viernes por la mañana, la policía cerró el acceso a los alrededores de la escuela, constató un periodista de la AFP .
El ministro de Seguridad Pública, Guo Shengkun, ordenó una investigación “rápida” para esclarecer las causas del siniestro y “exigió reforzar los controles de los eventuales riesgos en los lugares densamente poblados”, según la agencia Xinhua.
Uno de sus viceministros fue enviado al lugar de la explosión para dirigir la investigación.