Las mujeres de Pedernales buscan alternativas económicas tras terremoto

Vista general de Pedernales, en la provincia de Manabí, el martes 26 de abril del 2016. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Vista general de Pedernales, en la provincia de Manabí, el martes 26 de abril del 2016. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Vista general de Pedernales, en la provincia de Manabí, el martes 26 de abril del 2016. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La principal actividad económica de buena parte de las mujeres de Pedernales era la 'pela' del camarón. Cada día, mujeres de todas las edades acudían a los centros de acopio para realizar esta labor que ayudaría a mantener a sus familias. Esta situación se vivió antes del terremoto que azotó las diferentes comunidades de Manabí y Esmeraldas. Ahora, el trabajo ha disminuido y se busca una opción para salir adelante.

Mariana Quijano es madre y se dedica a pelar camarón hace más de 10 años. Lo hace para mantener a su familia, conformada por su esposo y cuatro hijos. Luego del terremoto, la actividad disminuyó notablemente. “Ha bajado la pela porque las bodegas se destruyeron y no llega el camarón”, señaló.

En su caso, ella “descabezaba camarón” todos los días. El pago no era bueno. La libra de camarón sin cabeza costaba USD 0,10. “La remuneración no era buena pero sobrevivíamos con mi familia”. Se suma que realizaban otras actividades como un restaurante ubicado en el barrio Maria Auxiliadora, uno de los sectores que se dedican a esta actividad en Pedernales.

Quijano, pese a no saber que actividad va a realizar, se siente afortunada porque su familia está bien.Su vivienda tuvo algunas afectaciones pero no fueron fuertes. Se puede arreglarla sin problemas. Pero, tiene un pedido: “las autoridades nos deberían ayudar a reactivar la economía de Pedernales para poder reconstruir nuestras vidas. Es necesario que se lo haga pronto”, sostuvo.

En este sector, otra bodega abrió en medio de los escombros de las casas aledañas. Las cajas de camarón ingresaban en el local pequeño. En su interior, una mujer que trataba de pelar lo más rápido el camarón para que los clientes se lleven.

Su nombre es Elva Zambrano y se sorprendió cuando recibió la llamada de su jefe tras 11 días del terremoto. Le llamó para que le ayude a pelar el camarón. Acudió con alegría porque sintió que la situación en Pedernales estaba mejorando. “Desde el día del terremoto no tenía trabajo y no sabía como mantener a mi familia. Fueron días difíciles los que tuvimos que pasar”, contó.

La mujer de 43 años tiene 12 hijos. El más pequeño tiene cinco años y asiste a la escuela. Ahora no lo hace por el movimiento telúrico. El resto de sus hijos también asisten a una institución educativa. “La falta de trabajo me dejó en la quiebra y sería positivo recibir una ayuda para que mis hijos terminen la escuela. Ahorita no puedo comprarles los útiles”, comentó.

Zambrano optará por buscar más sitios para pelar camarón, ya que la paga. “Tengo que esforzarme para salir adelante”, relató. Las mujeres que se dedican a pelar camarón trabajaban desde las 04:00 hasta las 18:00. Todo depende de la producción que hicieron los pescadores. Graciela Veliz tiene dos hijos y asegura que hoy no tiene trabajo. “Tras el terremoto, los pescadores no entran al mar, por lo que no tenemos un sustento para mi familia”, señaló.

La mayoría de las mujeres de su familia se dedican a esta actividad. Lo hacen pese a las afectaciones producto de los químicos de este animal. “Era nuestra principal actividad, esperemos se reactive pronto para trabajar con tranquilidad”, dijo.

Las tres mujeres tienen algo un común: el pedido de tener un trabajo para reconstruir sus viviendas y sacar adelante a sus familias pese a la crisis.

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