Las mujeres ganan espacio en labores que antes estaban en manos de los varones

En el país ya no es extraño ver a mujeres desempeñándose en actividades que hace un par de décadas eran casi exclusivas de los hombres. Ahora muchas de ellas han tomado un real protagonismo  en la esfera pública, tanto en la política y  la dirigencia de colectivos sociales. Incluso hay mujeres que son altos oficiales de la Policía y cada vez, también, se involucran más en el Ejército. Para nadie es raro tampoco encontrar mujeres que sean exitosas empresarias, activistas, choferes o consagradas artistas.

En el deporte también, poco a poco, se han derribado las barreras y las mujeres  se han ganado, a pulso muchas veces, su espacio. Pero sigue sin ser suficiente. Esto, a pesar de que hace 30 años países adscritos a las Naciones Unidas  firmaron el Convenio para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer. Todavía en nuestros días existen formas de exclusión por cuestiones de género.    

Además, se dice que ellas perciben menos remuneración que los varones, solo por el hecho de ser mujeres y en algunos países incluso son segregadas  por creencias religiosas.   

La prensa ha  jugado su papel, al hacer públicas estas formas de discriminación y de explotación, además de contar las historias positivas de las mujeres más destacadas de sus ámbitos. Pero falta mucho por hacer para que los derechos de las mujeres se respeten y se terminen todas las formas de  discriminación por género.  

El testimonio de aquellos días

Tatiana Guerrero. Árbitro profesional de Pichincha

‘Por los medios se conoció sobre las mujeres árbitros’

Redacción Deportes

Muchas personas todavía tienen el pensamiento de que el fútbol es una actividad exclusiva de los varones. Más aún cuando se habla de un trabajo  profesional como es el caso del arbitraje. En ese sentido creo que todavía  hay trabas y existe un poco de machismo en el país.

Es común escuchar que las mujeres no tienen nada que hacer en una cancha de fútbol, tanto si son jugadoras como si somos quienes aplicamos las reglas  en un  partido.

¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Aprobó el curso  impartido  por la Asociación de Árbitros de Pichincha, hace cinco años. Dirige en Tercera categoría.       
Tiene 23 años y está decidida a continuar en el arbitraje hasta alcanzar la acreditación de la FIFA. También cursa el tercer año de la carrera de Finanzas, en la Universidad Central.Pero eso mismo le hace más bonito a esto, porque es un reto enorme incursionar en un campo dominado casi en su totalidad por los varones. En la Asociación de Árbitros de Pichincha somos solamente dos mujeres, en un grupo de 60 compañeros. 

Es curioso que dentro de la Asociación nunca  he sentido discriminación por ser mujer.  Pero esto sí  ha ocurrido por parte de las barras y de la gente que asiste a los partidos.

Lo que más me llama la atención es que son las mismas mujeres las que nos quieren poner el pie. Son ella las que más no agreden. Nos llegan a decir que no  valemos para  el arbitraje, que deberíamos estar cocinando en la casa o que esto  es cosa de hombres  y que nosotras nada tenemos que hacer con un pito y una banderola. Son estas mujeres  las  que promueven que continúe el machismo en el país.

Porque con este tipo de pensamiento a veces se desanima a chicas que quieren sobresalir en medio de profesiones dominadas por los hombres. 

Además, creo que el fútbol tampoco es solo para varones. Hay mujeres que juegan tan bien como ellos y en mi caso no tiene por qué ser distinto.

Como en toda profesión me preparo cada día para llegar en algún momento  a la cima. En la actualidad  soy árbitro asistente y llevo cinco años en esto.

Dirijo  partidos de la Tercera categoría, de divisiones inferiores y de torneos colegiales. A veces alterno en Segunda. Mi sueño es ser árbitro FIFA y para eso me preparo física, académica  y psicológicamente.  

Considero que  hace falta difusión de casos de mujeres que han trabajado profesionalmente en ámbitos considerados exclusivos de los hombres.
A través de la televisión poco nos han visto a las mujeres que arbitramos. En algunos diarios sí nos han tomado en cuenta, pero  hace falta más espacio. 

En EL COMERCIO publicaron  un reportaje grande. A  través de eso se dio a conocer que existimos mujeres árbitros. Y con esto  también se hizo saber que  hay chicas con decisión para lidiar  en un mundo dominado por varones.   

La carrera de árbitro, viene a ser como la de los militares o los policías, con sus ascensos de rango y escalafones.  La razón por la cual cada día hay más mujeres en esas instituciones es porque se ha ido conociendo, a través de los medios de comunicación, que la mujer puede hacer carrera en esos niveles.   

Con el arbitraje pasa  algo similar.Cuando se conozca más que hay mujeres que se arriesgan a seguir una carrera fuera de lo habitual, creo que más chicas se interesarían. Y esto  no solo pasa con el fútbol. Ocurre también en otros deportes y en otras actividades donde muchas veces por temor, las mujeres no se animan a probar.   

Con la difusión de estos temas se van complementando los dos sexos. Además, es una forma para contribuir a erradicar el machismo que existe en el país.

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