Redacción Machala
El rápido incremento del caudal de varios ríos, en el norte y sur de El Oro, desde la tarde del domingo, dejó dos muertos y un poblado anegado. La alerta se encendió en las comunidades ribereñas.
La Defensa Civil halló a las 11:00 de hoy el cuerpo de José Valdiviezo Castillo, de ocho años. El pequeño y sus padres fueron arrastrados por la crecida, cuando se bañaban en una pequeña cascada de la quebrada El Banco, un popular balneario del cantón fronterizo de Arenillas, en el sur de la provincia.
Los socorristas suspendieron la tarde de hoy la búsqueda de los padres del menor, por falta de equipos. “Suponemos que los padres no pudieron salir de la represa, que está aguas abajo del balneario. Para ubicar los cuerpos se necesita un buzo”, manifestó César León, jefe cantonal de la Defensa Civil de Huaquillas.
Los voluntarios de la Defensa Civil de Huaquillas emprendieron, con sus similares de Arenillas, la búsqueda de cuatro personas reportadas desaparecidas tras ser arrastrados por la corriente. En la tarde del domingo se halló el cuerpo de la bañista Nadia Quevedo Fernández, de 31 años.
Personal de la Defensa Civil de Huaquillas monitoreaba hoy el caudal del río Zarumilla, cuyas aguas nutren al canal internacional que cruza por el centro de la ciudad. “No estamos preocupados ahora por el Zarumilla, pero sí por el río Bolsico, en el lado peruano y a 1 kilometro de Huaquillas”, precisó León.
En el norte de la provincia, la crecida de los ríos Buenavista y Calichana, en el cantón Pasaje, dejó calles anegadas.
En el pequeño balneario Calichana, 20 kilómetros en el noreste de Machala, el río creció mientras un grupo de alrededor de 50 bañistas se refrescaba en las orillas. “Un señor les alertó a los bañistas que se venía una correntada, eso fue a las 17:30 del domingo. Poco después se vino el agua con fuerza”, contó María Narváez, dueña de una tienda a pocos pasos del balneario.
Muchos bañistas no hicieron caso de la alerta. Personal del Cuerpo de Bomberos del cantón Pasaje rescató tres vehículos que eran arrastrados por la correntada. Hoy por la mañana, el río ya había bajado su caudal.
A menos de 3 kilómetros de allí, en el balneario de la parroquia Buenavista, el río del mismo nombre creció y se salió de su cauce. El agua anegó las zonas bajas de la localidad. Hoy, aún quedaban en el sitio montañas de lodo. Los escombros cubrían las orillas.
“Fue un ruido muy fuerte y luego vimos que bajaba gran cantidad de agua con palos y ramas”, contó Bertha Chacón, quien vende comida en el río a los bañistas.
La crecida del río Buenavista causó pánico entre los bañistas. Unas100 personas estaban de paseo en ese momento en el balneario, uno de los más concurridos del cantón.
La Defensa Civil alertó a la ciudadanía para evite asistir a los balnearios cercanos a los ríos, especialmente cuando llueva.