A la morgue de la Policía, en la avenida Mariana de Jesús, llegaron este fin de semana tres cuerpos que se asocian a muertes violentas. El primer fallecido fue el subteniente de Policía Gustavo Sánchez, quien murió el sábado 19 de marzo, después de sufrir un accidente de tránsito cuando perseguía a supuestos delincuentes.
Las versiones preliminares señalan que Sánchez resultó con graves heridas tras el impacto que se produjo entre la motocicleta que manejaba contra un vehículo. Pese al esfuerzo de los paramédicos y de los médicos, el joven falleció.
La Policía Nacional lamentó la muerte del subteniente. Sus restos eran velados en una funeraria en el norte de Quito. Al sepelio llegó Carlos Alulema, comandante de Policía de Quito. Él envió un mensaje a sus familiares en el que lamentó lo sucedido.
La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) investiga otros sucesos en el que murieron dos personas. Uno ocurrió cerca de La Pulida, en el noroccidente de la ciudad.
Al parecer, un joven fue a comprar a una tienda de abastos la noche del sábado. En el lugar se estaba produciendo un asalto. Algunos testimonios señalan que el muchacho fue atacado con un estilete y falleció.
El agresor fue detenido y en la Unidad de Flagrancias de Pichincha se iba a realizar, la tarde del domingo 20 de marzo, la audiencia en la que el fiscal pidió la prisión preventiva hasta que terminen las investigaciones.
En otro caso, Efraín Abad murió en un confuso incidente. El hermano, que prefirió no identificarse, fue hasta la Unidad de Flagrancias a poner una acusación particular. Él indica que el occiso recibió un golpe de puño en su cabeza y que eso le provocó la muerte. La supuesta agresión se dio en un local ubicado detrás de las oficinas de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Tres personas estaban detenidas por este hecho. Familiares de los implicados, que no dieron su nombre, señalaron que Abad, de 33 años, murió por causas naturales.