Diego Barriga, coronel de la Policía Nacional, dijo que se descartó el robo como móvil del crimen, ya que en el sitio se encontraron las pertenencias de la víctima. Foto: Eduardo Terán/EL COMERCIO
Aída F. murió apuñalada al interior de su negocio de lavandería ubicado en Carcelén Bajo, a la altura de la avenida Jaime Roldós Aguilera, en el norte de Quito. El hecho violento ocurrió este jueves 15 de junio del 2017.
Francisco Hernández, jefe de la Unidad de Muertes Violentas de la Dinased, dijo que la víctima, de aproximadamente 50 años, presentó varias heridas de un arma cortopunzante.
La víctima dejó a dos hijos en la orfandad. Foto: Eduardo Terán/EL COMERCIO
El oficial contó que personal de la Dinased recabó información importante para poder esclarecer el caso dentro de las primeras 24 horas. Una de las hipótesis que maneja es que el crimen pudo haber ocurrido por una presunta retaliación.
Diego Barriga, coronel de la Policía Nacional, dijo que se descartó el robo como móvil del crimen, ya que en el sitio se encontraron las pertenencias de la víctima.
Aída dejó a dos hijos en la orfandad. Sus familiares, aún consternados por el crimen, pidieron que se haga justicia.