La Habana. ANSA y Redac. Mundo
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Ya asesinaron a Orlando Zapata Tamayo, ya acabaron con él. La muerte de mi hijo ha sido un asesinato premeditado”. Fueron las palabras de Reina Luisa Tamayo, la madre del disidente cubano fallecido el martes, luego de 83 días de huelga de hambre.
“Lograron lo que ellos querían. Acabaron con la existencia de un luchador por los derechos humanos” , añadió la mujer sobre una muerte que saca de nuevo a flote en Cuba el espinoso tema de los presos políticos.
Zapata , de 42 años, dejó de comer el 3 de diciembre pasado para protestar “por lo que describió de golpizas sistemáticas de los guardias y muchos otros abusos que se cometen en la prisión de Kilo 7, en la provincia de Camagüey”, escribió ayer el diario El Nuevo Herald.
¿Cuál fue el delito cometido por el disidente? Zapata, un ex albañil, cumplía una sentencia en prisión de hasta 36 años. A los cargos iniciales de “falta de respeto”, “desorden público” y “resistencia” al Gobierno cubano, le sumaron cargos por “desobediencia” y “disturbios en el establecimiento penal”.
Él fue arrestado en 2003, durante la ‘primavera negra’, en una redada gubernamental contra activistas que protestaban por un cambio político en el único país de América que mantiene un régimen comunista unipartidario.
Y, luego, vino un proceso levantó ampollas. Amnistía Internacional (AI) hizo un diagnóstico sobre el caso Zapata y de los restantes disidentes detenidos y juzgados: “Sin un Poder Judicial independiente en Cuba, los juicios son rápidos y no cumplen con los requisitos internacionales de un juicio justo”. AI agregó: “Una vez sentenciados, las oportunidades de apelar son casi nulas”.
El fallecimiento, por otro lado, por primera vez generó una opinión del Régimen. El presidente cubano, Raúl Castro, lamentó la muerte del preso, negando que haya sido torturado o ejecutado, en un acto celebrado con el Presidente brasileño (ver nota adjunta). Horas más tarde, Castro hizo una declaración sorprendente. “Reconozco que en Cuba no tenemos plena libertad de expresión. Pero si EE.UU. nos dejara en paz, si nos permitieran seguir con nuestro desarrollo, eso podría cambiar”.
La muerte de Zapata, la primera de un preso político en huelga de hambre en Cuba desde 1972, hace llover críticas sobre La Habana. En Washington, el Departamento de Estado pidió a Cuba la liberación de otros 200 presos políticos. Asimismo, Italia consideró ayer necesaria “una nueva toma de posición de la Unión Europea en favor de la liberación de todos los presos políticos como condición esencial para un diálogo entre Europa y Cuba”.
Cinco reacciones
Hillary Clinton, secretaria de Estado, EE.UU.
‘Estamos consternados por la muerte de Zapata’
EE.UU.se siente profundamente consternados por su muerte (de Orlando Zapata) en defensa de sus derechos y para alertar de la situación y la opresión de los presos políticos en Cuba. Seguiremos apoyando las actividades en pro de la democracia.
Óscar Espinosa, disidente cubano
‘Este Gobierno es un calvario para Cuba’
La muerte de Zapata demuestra que se ha mantenido la política de violación de los DD.HH. Como no hacen reformas se ven obligados a ir por el camino de la fuerza. En lugar de la felicidad que Raúl nos prometió, este gobierno se ha convertido en un calvario para Cuba.
Yoanni Sánchez, bloguera cubana
Zapata recibió tortura física y psicológica
La negligencia penal y humana que se ha producido al dejar morir a Zapata constituye una muestra del aumento de represión y de la insatisfacción ciudadana. Zapata fue golpeado durante los siete años que estuvo en prisión. Recibió tortura física y también psicológica.
Ma. Teresa Fernández de la Vega
‘Trabajamos para una transición en Cuba’
Tanto España como la Unión Europea van a seguir trabajando por que haya una transición, una plena transición democrática en Cuba, protagonizada por el pueblo cubano, cuanto antes. El objetivo del Gobierno español sigue siendo normalizar las relaciones entre la UE y la isla antillana.
Phil Peters, analista estadounidense
‘Esto no cambiará el curso político de ningún país’
No creo que una tragedia como esta vaya a cambiar el curso de la política (hacia Cuba) de ningún país. La muerte de Zapata es un recordatorio para todos de la importancia que deberíamos dar a los derechos humanos en Cuba, pero no creo que vaya a cambiar la política europea.