La Paz. AFP
Bolivia irá este domingo a elecciones populares para nombrar nueve gobernadores y 337 alcaldes, decisivas para el presidente Evo Morales. Él se involucró de lleno en la campaña en busca de controlar ciudades y regiones que han rechazado su proyecto político de izquierda.
Las grandes disputas de esta campaña se han concentrado en las nueve gobernaciones y en las alcaldías de las capitales de departamento.
La encuestadora privada Captura Consulting señaló que el partido de Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS), ganará sin dificultades las gobernaciones de La Paz, Oruro, Potosí y Cochabamba y tiene buenas posibilidades en Tarija, Chuquisaca y Pando.
Pero se da por hecho que Morales perderá en Santa Cruz -pulmón económico del país- y en Beni, que seguirán por cinco años más con la derecha.
Morales ha desplegado todos los esfuerzos para apoyar a sus candidatos, apareciendo en todas las campañas de los nueve departamentos y arengando a la población a darle su respaldo al partido oficialista. “Necesito alcaldes, prefectos o gobernadores para trabajar los cinco años; imagínense cinco años de pelea con algún gobernador de la derecha”, dijo Morales en el cierre de campaña.
La elección regional es una reedición de la polarización ideológica en Bolivia, nacida desde que Morales llegó al poder, en enero del 2006, entre el oficialismo que defiende una política indígena y estatista, y la oposición que apoya un modelo de libre mercado.