La Paz, Reuters
El líder indígena Evo Morales asumió hoy su segundo mandato presidencial consecutivo en la empobrecida Bolivia, proclamando el nacimiento de un Estado liderado por la mayoría aborigen y sediento de inversiones, en reemplazo de la vieja “república liberal”.
Imágenes de caudillos de pueblos originarios junto a los héroes tradicionales enmarcaron el inicio del nuevo Gobierno del socialista Morales, quien prometió justicia, autonomías y masivas inversiones públicas para poner a Bolivia en la senda del desarrollo y de una acelerada industrialización.
“Ahora tenemos consolidada la democracia no sólo representativa sino participativa y decisiva, una democracia del Estado Plurinacional, un Estado colonial que murió y otro Estado Plurinacional que nació”, dijo Morales tras jurar con el puño izquierdo en alto y la mano derecha en el pecho.
“Ahora nos levantamos y vamos bien, por supuesto hay que hacer mucho todavía”, agregó el mandatario reelecto en diciembre en su discurso de dos horas ante la Asamblea que sustituye al viejo Congreso en aplicación de una nueva Constitución.
El aymara Morales y el también ratificado vicepresidente Alvaro García devolvieron a la Asamblea los antiguos símbolos republicanos de mando y recibieron en cambio otros con la denominación de Estado Plurinacional de Bolivia y la multicolor bandera indígena “wiphala” enmarcando la bandera nacional.
Los presidentes de Paraguay, Chile, Ecuador y Venezuela durante su arribo a la posesión de Morales. Foto:ReutersGarcía dijo, al cerrar el acto, que Bolivia estaba en “el momento fundacional del Estado plurinacional y de entierro del viejo Estado neoliberal, colonial y racista”.
Morales, cuya asunción hace cuatro años cerró una endémica “inestabilidad neoliberal” y abrió las puertas del poder a la históricamente relegada mayoría indígena, destacó el papel de los movimientos sociales en la “refundación”.
También proclamó llegada “la hora de buscar la igualdad, la dignidad, la unidad”, en aparente alusión a grupos radicales de la oposición de derecha.
Su estrecho aliado el presidente venezolano Hugo Chávez estaba entre los invitados a la inauguración del nuevo período, compartiendo palco con la chilena Michelle Bachelet, el ecuatoriano Rafael Correa y el paraguayo Fernando Lugo, además del príncipe Felipe, heredero de España.
Chávez se destacó como el mentor político de la primera gestión de Morales, pero el mandatario indígena boliviano ha sugerido que pretende en su segundo Gobierno acercarse más al pragmatismo de su otro aliado, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, para atraer millonarias inversiones externas.
Morales, quien logró en su primera gestión acelerar el crecimiento pese a la crisis mundial, para sacar a Bolivia del fondo de las estadísticas sudamericanas, destacó que en un optimista informe en el 2009 la economía boliviana creció 3,5 por ciento y la inflación fue de sólo 0,26 por ciento.
Desafíos
El presidente indígena, paladín de movimientos ambientalistas internacionales e impulsor de una política de nacionalizaciones, tendrá en su segundo período el respaldo de una Asamblea controlada ampliamente por el oficialismo.
En el marco de la “refundación”, el también líder de los cocaleros deberá impulsar varias leyes para recomponer los poderes judicial y electoral, con participación indígena, y poner en plena vigencia las autonomías.
Pero su fortaleza política interna, forjada con una seguidilla de victorias electorales en los cuatro últimos años, podría no ser suficiente para avanzar hacia el desarrollo económico del país de diez millones de habitantes, la mayoría pobres, advirtieron analistas.
“En economía va a tener que ser pragmático, porque la falta de inversiones le va a traer días sombríos”, dijo el investigador político Carlos Toranzo.
Morales anunció un ambicioso plan de inversión local y externa de 11.292 millones de dólares en el próximo quinquenio para aumentar las reservas y las exportaciones de gas natural a Argentina y Brasil, el principal negocio externo del país.
El líder dijo estar abierto a capitales externos para megaproyectos mineros, eléctricos y de infraestructura, así como la industrialización de la mayor reserva mundial de litio en Uyuni, confiando en que la estabilidad económica y las reservas récord de 8 700 millones de dólares le permitirán obtener créditos.