Monseñor Gonzalo López en el corazón de Sucumbíos

La obra que dejó en Ecuador fue una iglesia que busca una vida digna para los más pobres. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO

La obra que dejó en Ecuador fue una iglesia que busca una vida digna para los más pobres. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO

Con su labor, Monseñor López dejó en Ecuador una iglesia que busca una vida digna para los más pobres.
Foto: Archivo EL COMERCIO

Monseñor Gonzalo López Marañón, quien falleció el sábado 7 de mayo a sus 83 años en Angola, dejó un vasto legado en Ecuador. Religioso de la orden de los Carmelitas Descalzos, nacido el 3 de octubre de 1933 en Medina de Pomar, España, fue destinado a la Amazonía en 1970 como Prefecto Apostólico de la Misión Carmelita de San Miguel de Sucumbíos

En Nueva Loja, López Marañón fundó Radio Sucumbíos, el Colegio Intercultural Bilingüe Abya Yala, la Unidad Educativa del Pacífico Cembranos, también ejecutó la biblioteca de Abya Yala, el Hogar Infantil Casita Azul para acoger a los niños y adolescentes en riesgo, etc. López tenía una premisa: buscar una vida digna para los más pobres

En 2010, a causa de su edad (más de 75 años), monseñor López Marañón se jubiló luego de trabajar intensamente en la zona de frontera con Colombia. Pero continuó sirviendo a la Iglesia en Angola. En los últimos 6 años fue obispó emérito y misionero.

Para recordarlo, en Ecuador se llevan a cabo varios servicios religiosos. El miércoles 11 de mayo se realizará una misa en su honor en la Iglesia de Santa Teresita, en Quito, según señaló el secretario de la orden en la capital.

La obra que dejó en Radio Sucumbíos, proyecto ideado, pensado y gestado por López, animó a sus radioescuchas a contar las historias que vivieron junto a su exobispo. Víctor Gómez, director de la radio, dijo que una de las llamadas que más se le quedó grabada fue la de una religiosa. La mujer manifestó al aire cómo los recibió López cuando llegaron a la provincia. “Ustedes están locos…”, les dijo de forma frontal al conocer el proyecto que querían llevar a cabo en la zona de frontera con los refugiados colombianos, que cruzaron la frontera hacia Sucumbíos, Ecuador, escapando de la violencia en el Putumayo, “…pero, locos como ustedes necesitamos aquí”, concluyó. Para la hermana fue un recibimiento muy carismático, como era él.

La radio cumple 24 años este mes de mayo. Su ejecución se dio porque la provincia en ese entonces no permitía la comunicación con los campesinos. López la pensó como la columna vertebral del trabajo social de la iglesia con las comunidades de la zona.

En Lago Agrio, capital de Sucumbíos, la población levantó una capilla ardiente, desde el sábado, en la parroquia Divino Niño. Además, se realiza una novena durante la semana por su muerte, explicó Lola Mora, hermana de la orden de Santa Teresa en Sucumbíos. Las personas llevan fotos y recuerdos del sacerdote.

El presidente Rafael Correa manifestó el domingo sus condolencias a través de su cuenta de Twitter. “Ayer falleció en África monseñor Gonzalo López Marañón, quien trabajó 40 años en Sucumbíos y fue obispo de la provincia, siempre al lado... ...de los más pobres. Nuestro cariño y gratitud por todo el trabajo que dejó en Ecuador, al que consideró su segunda patria”. Correa le otorgó en el 2011 la condecoración Orden Nacional al Mérito con el grado de caballero por su labor en el país.

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