Los afectados afirman que han dejado oficios en la Administración Zonal La Delicia para solicitar que se construya un muro de contención. Sin embargo no han recibido una respuesta positiva y que incluso les han pedido que los vecinos se encarguen de esa construcción de ser necesario. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Un estruendo asustó a los vecinos del barrio Panorama del Norte, en Quito. La mañana de hoy, domingo 29 de octubre del 2017, una minivan cayó sobre la casa de Ricardo Aníbal Farinango y su esposa María, ambos de 75 años.
Todavía temblando de miedo, la mujer relataba cómo su familia y ella se libraron de heridas graves o incluso la muerte.
Poco antes del accidente, doña María estaba en la sala, pero se sentía intranquila y decidió salir al patio para lavar un poco de ropa. Su esposo la acompañó y desde fuera sintieron como un temblor, escucharon el ruido y luego encontraron el vehículo clavado en su casa que está al final de una empinada calle sin nombre, en la Cooperativa San José Obrero del Carmen Bajo.
Su hijo Luis Farinango y sus nietos, Joan y Christian, de 15 y 13 años, habían salido antes a cortarse el cabello. Por eso no hubo heridos dentro de la vivienda, aunque sí daños en la pequeña construcción.
María Farinango, otra de los ocho hijos de la pareja de la tercera edad, cuenta que esta es la tercera vez que un vehículo cae por la transversal de la calle José María Velasco Ibarra.
Ella afirma que con su familia y otros vecinos han dejado oficios en la Administración Zonal La Delicia para solicitar que se construya un muro de contención. Sin embargo afirma que no ha recibido una respuesta positiva y que incluso les han pedido que los vecinos se encarguen de esa construcción de ser necesario. Pero María señala que sus padres no podrían correr con un gasto de ese tipo porque debido a su edad ya no trabajan y sus ingresos son muy bajos.
Esta noche, Ricardo Aníbal y María dormirán en la casa de su hija, pero esperan pronto volver a vivir en la suya, cuando esté reparada.
Alrededor del mediodía una pluma y una grúa sirvieron para sacar el automotor de la vivienda. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El agente de tránsito que llegó al sitio informó que el vehículo sería trasladado al patio de retención del Parque Bicentenario hasta que ambas partes lleguen a un acuerdo para reparar la vivienda.. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Alrededor del mediodía una pluma y una grúa sirvieron para sacar el automotor de la vivienda. El agente de tránsito Marlon Pallo acudió el lugar tras un llamado a la central de emergencias 911 alrededor de las 10:15.
Pallo informó que el vehículo será trasladado al patio de retención del Parque Bicentenario hasta que ambas partes lleguen a un acuerdo para reparar la vivienda. Informó que el conductor del vehículo contó que se le habían arrancado los cables del freno de mano y perdí el control al tratar de salir de la cuesta.
Uno de los pasajeros del carro era José Luis Torres quien contó que el otros dos pasajeros decidieron abandonar el vehículo cuando tus compañeros no pudo salir en la empinada cuesta. En el vehículo solamente quedaron el conductor y una joven. Según su testimonio, cuando el conductor intentó arrancar nuevamente el vehículo se resbaló de forma veloz y se impactó contra la casa.
Los ocupantes del vehículo forman parte de un grupo musical que vino el sábado desde Riobamba para cantar en la iglesia evangélica del barrio. El testigo afirma que fue “una desgracia con felicidad” porque los ocupante del vehículo solamente quedaron golpeados y no tienen fracturas.
Además explicó que tanto el grupo como la iglesia evangélica acordaron que harán una minga para reparar la vivienda.