Un caso sospechoso de meningitis meningocócica enciende las alertas del Ministerio de Salud Pública (MSP) en Guayaquil. La enfermedad infecciosa habría causado la muerte de un menor de edad, el viernes 27 de enero del 2017.
En un comunicado, la subsecretaría de Salud de la zona 8 (que agrupa a los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón) informó que por ahora esperan los resultados de las pruebas de laboratorio, para confirmar o descartar la sospecha de meningitis. Los exámenes tomarán varios días y están a cargo del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi).
En el 2011, tres menores de una escuela ubicada en el sector oeste de Guayaquil fueron hospitalizados y otros 90 estuvieron bajo seguimiento debido a un brote meningocócico. En ese tiempo, un niño de 7 años falleció.
La meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede causar importantes daños cerebrales y es mortal en el 50% de los casos no tratados.
Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad (molestia ante la exposición a la luz), confusión, cefalea y vómitos. La OMS indica que, incluso cuando se diagnostica tempranamente y recibe tratamiento adecuado, un 5 a 10% de los pacientes fallece.
Ante la sospecha en Guayaquil, el MSP informó que se activó un equipo de vigilancia epidemiológica el día del fallecimiento del menor. “Como parte de esta vigilancia se ha identificado la ruta del caso para la identificación de contactos y se realiza quimioprofilaxis (entrega preventiva de medicación) y seguimiento para inmediata identificación de personas que puedan desarrollar síntomas”, señala el comunicado emitido este sábado 28 de enero del 2017.
El menor asistía a un plantel particular de la ciudad. Las autoridades manifestaron que mantienen contacto con los directivos del establecimiento y este sábado realizaron una reunión informativa con los padres de familia.
La enfermedad se transmite de persona a persona, a través de gotículas de las secreciones respiratorias o de la garganta. La OMS enfatiza que la propagación se facilita por el contacto estrecho y prolongado (besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos compartidos), con una persona infectada. El periodo de incubación medio es de cuatro días, pero puede oscilar entre dos y 10 días.