Los militares de frontera reciben poco a poco equipos para operar

El 24 de mayo, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, y la vicepresidenta María Alejandra Vicuña. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

El 24 de mayo, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, y la vicepresidenta María Alejandra Vicuña. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

El 24 de mayo, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, y la vicepresidenta María Alejandra Vicuña. Foto: EL COMERCIO

Los equipos aún no llegan por completo a la frontera. Los marinos de San Lorenzo, por ejemplo, han recibido radios, municiones y dinero para mantener las cinco lanchas que en este momento operan en la Capitanía de Puerto.

Pero los militares aún esperan chalecos, cascos, guantes y linternas. Tampoco tienen motores de alta potencia, visores infrarrojos ni drones.

Todos estos insumos han sido gestionados desde enero del 2018, cuando los disidentes de las FARC atacaron el cuartel policial de San Lorenzo con un coche bomba.

A partir de esa emergencia, el Gobierno anunció un fortalecimiento de la seguridad en la frontera y los militares levantaron información de los recursos que necesitaban. Hasta el 24 de mayo del 2018, los ofrecimientos se cumplían paulatinamente.

Los jefes militares que operan en esa zona dicen que las gestiones ya se realizaron y que incluso ya firmaron las contrataciones. Por eso aspiran a que los equipos sean entregados máximo en un mes.

Algo similar ocurre con la modernización de los fusiles que tiene el Ejército. Uno de los últimos reportes de esa institución señala que el armamento debe ser cambiado, pues ya cumplió su tiempo de uso al sobrepasar los 25 años.
Los soldados requieren cascos que tengan incorporado un sistema de comunicaciones y chalecos antibalas.

En marzo, el presidente Lenín Moreno dijo que las Fuerzas Armadas están desmanteladas.

El tema fue tratado ayer, en la ceremonia militar por el 24 de Mayo de 1822. El secretario de Defensa, Washington Buñay­, dijo que ante los nuevos escenarios, las FF.AA. demandan un fortalecimiento permanente de sus capacidades estratégicas. El oficial habló, entre otras cosas, sobre la crisis que vive la frontera norte y las nuevas amenazas de grupos armados. Lo hizo ante la vicepresidenta María Alejandra Vicuña, quien presidió la ceremonia en el Templo de la Patria.

El oficial indicó que con el apoyo del Gobierno cumplirán con la protección del país y, principalmente, con las personas que viven en la frontera.

En los últimos cuatro meses, las FF.AA. han desplegado más de 12 000 uniformados a la zona limítrofe entre Ecuador y Colombia. Soldados de Fuerzas Especiales y de unidades élites, como el Grupo Especial de Operaciones (GEO), también han sido enviados para proteger a las comunidades asentadas en el cordón fronterizo.

Ellos permanecen en esas zonas durante 20 y 30 días. En ese tiempo duermen en carpas y se alimentan con raciones especiales.

Para la movilización del personal y las dotaciones diarias, el Gobierno ha entregado USD 5 millones. Parte de ese presupuesto también fue destinado a la compra de equipos protectores de codos y rodillas.

Otros USD 3 millones, en cambio, fueron entregados para comunicaciones.
Buñay ayer agradeció el apoyo del Estado. La vicepresidente Vicuña reiteró el compromiso para seguir apoyando a las FF.AA. y felicitó las operaciones que los militares y policías realizan en la frontera norte.

La Segunda Mandataria recordó a los cuatro infantes de Marina que fallecieron en un ataque armado en Mataje, una localidad esmeraldeña cercana a la frontera con Colombia, y reconoció el “profesionalismo de los soldados”.

Parte de la estrategia para contrarrestar los ataques de los disidentes y de las mafias del narcotráfico fue la coordinación del trabajo en conjunto entre FF.AA. y Policía.

En total, las dos instituciones han logrado incautarse en este año de 8,4 toneladas de droga en la frontera norte. En esos operativos se detuvo a 152 personas. En ese grupo hay personas con nexos con grupos armados como el Frente Óliver Sinisterra, al que se le atribuye el secuestro y posterior asesinato del equipo periodístico de Diario EL COMERCIO.

El 24 de mayo, el general Buñay no solo habló del apoyo a las Fuerzas Armadas. El oficial también indicó que para enfrentar la difícil situación de la frontera se requiere del trabajo de otras instituciones del Estado para el desarrollo social, económico y productivo de las poblaciones que hoy sufren estragos de los ataques armados.

En contexto

El 4 de mayo, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, indicó que se reorganizarán las unidades militares y se reforzarán las seguridades de Esmeraldas. Allí habló sobre la necesidad de recursos para mejorar las condiciones del personal militar en frontera.

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