Jaime G. Albuja B.
El Presidente hace saber que “están en marcha conspiraciones desde diversos sectores”.
¿Cuáles? ¿Los ministros que dejan que sus subalternos se coman los cheques o quienes se han beneficiado de contratos en vías o aeropuertos, equipos médicos o compras de pistolas, los que manejan los petróleos y dejan manchas en sus uniformes e indignación entre sus compañeros de armas?
No dejo de pensar que los conspiradores están en todas partes, ganando sueldo, viáticos, coimas y sobornos, material reciclado, peste no eliminada por ningún gobierno, cáncer que conspira contra los valores y el honor. Algún día debe inventarse un detector de conciencias, “símbolo perdido” de la humanidad.
El pueblo espera que cada día sea mejor, que exista trabajo, seguridad, educación y la salud, que su país siga siendo el que defendieron sus padres y abuelos, el amarillo, azul y rojo, y no el dividido y retaceado que quieren los fundamentalistas.
El Gobierno debe tener responsabilidad para que cuando se retire haya trascendido, que al final tenga reconocimiento como Tabaré, Lula y Bachelet.
Los primeros días del año le dan la oportunidad de reflexionar y ser severo y autocrítico, y elimine los aduladores de oficio.
Los militares no dejaremos de unirnos para defender las fronteras y unidad de la patria, la dignidad de nuestro pueblo y la seguridad familiar, mas allá del simple sentido del deber.