Uno de los hechos noticiosos más importantes de los últimos días tiene que ver con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Colombia.
Estas se vieron afectadas luego del ataque perpetrado por las Fuerzas Armadas de Colombia a un campamento de las FARC ubicado en suelo ecuatoriano. En esa operación, condenable por ser violatoria de la soberanía ecuatoriana, cayó Raúl Reyes y otros 26 presuntos guerrilleros. Entre ellos el ecuatoriano Franklin Aisalla, de quien, hasta el día de hoy, no se sabe con certeza qué hacía allí.
Como es lógico, el presidente del Ecuador, Rafael Correa, rompió relaciones. Sin embargo, Álvaro Uribe, en lugar de reconocer su falta, arremetió contra el régimen de Correa denunciando la existencia de presuntos vínculos con las FARC. Las pruebas de ello se hallaban -según Uribe y el mismo Juan Manuel Santos cuando era ministro de la Defensa- en los discos duros encontrados de los 4 computadores de Reyes. Aunque la Interpol confirmó su autenticidad, las pruebas nunca aparecieron. ¿Todo fue un burdo montaje?
Las visitas frecuentes de ex colaboradores del Régimen a Angostura todavía generan dudas. Del mismo modo que la organización del Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana en febrero del 2008 y el papel cumplido por miembros de organizaciones de derechos humanos en la emisión de ‘cédulas’ a presuntos miembros de las FARC. ¿Nadie sabía nada?
Pese a ello, el ahora presidente Juan Manuel Santos ha dado un giro sorprendente a la política exterior de su país. Consciente del aislamiento que estaba cayendo, restableció relaciones con Venezuela. Ahora Chávez es su mejor ‘amigo’. Pidió disculpas y entregó la información que le fue solicitada por el régimen de Correa. Con ello quedó allanado el camino para el pleno restablecimiento de relaciones con Ecuador, las cuales se normalizaron de manera parcial cuando ambos gobiernos nombraron encargados de negocios a fines del 2009.
¿Dónde quedaron las declaraciones de Chávez cuando dijo que Santos es un “peligro para la paz del continente” y de que jamás lo recibiría como mandatario en Caracas? En nada. De Chávez todo se puede esperar. Sin embargo, es loable que las crisis entre países andinos finalmente hayan sido resueltas. Como ha dicho acertadamente Luis Ignacio Lula da Silva, presidente de Brasil: “Es un milagro de la política”.
Si ha ocurrido un milagro, mejor que se repita y no falte. Lo necesitamos. La inseguridad, los desplazados y la real integración son los grandes desafíos que deben encarar Ecuador y Colombia. La cordura en política exterior y la visión de futuro deberían primar sobre cualquier cosa.