Metrocable, uno de los sistemas de transporte en Medellín. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El objetivo es trasladar pasajeros desde zonas montañosas, alejadas y usualmente empinadas hasta puntos céntricos de la ciudad, con un sistema alternativo al transporte común. El reto es hacerlo sin usar buses ni vías, sino cabinas, por el aire.
La propuesta del alcalde Mauricio Rodas de implementar en su gestión un sistema de metrocable para facilitar la movilidad de la gente, puso en debate su factibilidad. Ciudades como Medellín, La Paz o Caracas han tenido resultados positivos, según Diego Hurtado, catedrático universitario y experto en movilidad.
Para Hurtado, la mejor experiencia es la de Medellín, que tiene una topografía similar a la de Quito: gran cantidad de laderas donde se han asentado barrios marginales. El metrocable de Medellín tiene varias líneas. La primera recorre 2 kilómetros en el nororiente de la ciudad. Está conectada al sistema Metro en la estación Acevedo. La segunda recorre 2.9 kilómetros en el Occidente dela ciudad. La tercera recorre 4,6 Kilómetros.
Hurtado explica que los teleféricos mejoran no solo la movilidad de las personas, sino su calidad de vida. Explica que para eso fue necesario que se llevaran a cabo proyectos para mejorar la imagen de esas zonas. Por ejemplo, se habilitaron bibliotecas, lo que motivó a la gente a conocer esos barrios.
Caracas también cuenta con metrocable desde hace cuatro años. Según la página web de la Radio Nacional de Venezuela, el servicio traslada a más de 4 500 personas al día, y en los cuatro años de funcionamiento trasportó a cerca de 10 millones 500 mil personas y un total de un millón 700 mil vecinos solo en el 2013. En San Agustín operan 32 cabinas y cinco estaciones.
Uno de los tramos está ubicado en dos sectores tiene 1,8 kilómetros de longitud. Hace ese recorrido en 14 minutos y la velocidad de cada cabina es de tres metros por segundo. El sistema cuenta con 12 estaciones. Las cabinas son de aluminio que funcionan con un sistema de cableado eléctrico, conectadas por diversas torres hechas de acero y concreto armado. Cada cabina tiene una capacidad para 8 personas, y pasarían por las estaciones cada 27 segundos lo que permitiría transportar entre 15 mil y 20 mil personas por día. Es decir unas 1 200 personas por hora). En total suman casi 12 kilómetros de longitud.
Alfredo Viteri, experto en movilidad, concuerda con Hurtado y asegura que el metrocable es un sistema rápido y exitoso que está dando resultados positivos en América Latina. Además, puede ser complementado con escaleras metálicas, que no son más que gradas electrónicas como las que hay en los centros comerciales. Son soluciones creativas que ayudan a solucionar el problema de conectividad de las zonas altas.
El sistema también se ha habilitado en La Paz y une la ciudad con el sector de El Alto, una amplia zona ubicada en la cima de una meseta.
Urbanísticamente hablando sería apropiado. Las cabinas, indica Viteri, no afectan la estructura de la ciudad. Se deben colocar postes, pero deben ser ubicados en lugares estratégicos para que no afecten y se integren fácilmente al paisaje urbano.
Hurtado enfatiza en que ese sistema logró mejoras complejas en las comunidades. Según cita la página #web Jornadaweb.com, 25 barrios pobres de la comuna nororiental de Medellín lograron reducir su índice de homicidios en un 66%, luego de habilitado el sistema.