Métanse el brócoli por las orejas

El jueves último asistí a una reunión de empresarios exportadores con la Ministra de la Producción para evaluar los efectos de 60 días sin el Atpdea. Tres excelentes exposiciones de expertos en comercio exterior, brócoli y flores explicaron los graves problemas que enfrentan. Quedó nuevamente claro que no hay entendimiento entre el Gobierno y el sector productivo. Los expertos demostraron que no tener preferencias arancelarias, no comercializar con los socios naturales y no tener acuerdos de comercio de largo plazo, impide el mantenimiento de la capacidad exportadora del Ecuador. También señalaron que el desempleo producido por la falta de competitividad de nuestros productos gravados con aranceles, afecta a los sectores más necesitados que buscan un ingreso digno y constante: los campesinos y los pobres. Otro importante mensaje que transmitieron fue que el discurso y algunas acciones del Gobierno generan en el empresariado desconfianza, miedo y desgano: no hay oportunidad que las autoridades desperdicien para amenazar a nuestros más importantes socios comerciales: durante dos años mantuvimos rotas nuestras relaciones diplomáticas con Colombia, el segundo socio más importante en comercio internacional; la semana pasada sacamos a empellones a la Embajadora representante del primer socio comercial del Ecuador. Simultáneamente tratamos de establecer vínculos comerciales profundos con Venezuela, que tiene una situación económica deplorable y que se demora hasta dos años en pagar las compras al exterior; promovemos comercio con Irán, que está a más de 14 000 km de distancia y que carece de conexiones aéreas o marítimas directas con nuestro país. Firmamos acuerdos de colaboración comercial con Bolivia, Nicaragua, Cuba, San Vicente, Las Granadinas, Antigua y Barbuda, países con cero intereses comerciales para nosotros; pero nos olvidamos de negociar acuerdos comerciales con la Unión Europea y Estados Unidos, que son los que más demandan nuestros productos. ¿Quién entiende la estrategia? ¿Cuándo comprenderá el Presidente que hay que hacer una alianza sólida con el sector productivo, para que aumenten la inversión y el empleo, crezca la producción, se multipliquen las exportaciones y así mejoren las condiciones de vida de todos los ecuatorianos? ¿Cuándo comprenderá el Gobierno que negociar con las grandes potencias no denigra y más bien es un patriótico desafío lograr un buen acuerdo que genere beneficios para el país sin sacrificar los altos valores soberanos? Si seguimos así habrá que aceptar el consejo que dio el Presidente a los posibles aportantes a la Iniciativa Yasuní-ITT: “Que se metan los centavitos por las orejas”. A nosotros nos tocará meternos el brócoli, porque como van las cosas no habrá quién lo compre.

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