La caída de Filanbanco y Banco del Progreso dio inicio a la crisis financiera que el Ecuador vivió hace 10 años.
En ese entonces se acusó a los dueños de esos bancos de haber mal utilizado sus medios de comunicación para lanzar propaganda engañosa sobre su real situación financiera de sus entidades.
Por ello se dictó una ley que impide a dueños de instituciones financieras ser dueños de medios de comunicación.
Tengo entendido que esa legislación todavía está vigente.
Sin embargo, hoy se debe dictar una ley similar que también impida a los gobiernos poseer medios de comunicación, pues al igual que sucede con los banqueros, los gobernantes en un país como el nuestro, tan tolerante con el populismo y la propaganda política, pueden llegar a caer en la tentación de usar sus medios de comunicación para lanzar publicidad que no revele la real situación del Ecuador.
De esa manera intentarán mantener las lealtades de sus seguidores y consolidar su poder sobre una ciudadanía mal informada.
Este es un tema que debería topar la nueva Ley de Comunicación, pero me parece que se lo está evitando en todas las bancadas de la Asamblea.