En horas pico, las unidades del Trole circulan repletas. Algunas ya cumplieron 23 años. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El alcalde Mauricio Rodas confirmó el pasado martes 8 de enero de 2019 que en su mandato no se adquirirán los 50 trolebuses y 20 buses eléctricos. “Por delicadeza con la próxima administración, no vamos a lanzar el proceso”, dijo, aunque planea dejar los insumos para que el próximo Burgomaestre abra una licitación para renovar la flota de troles y reforzar los corredores.
Esta compra estaba programada desde el año pasado. En agosto, el Concejo autorizó al Alcalde a adquirir un crédito directo por USD 32,9 millones con la empresa que presentara la mejor oferta. El plan era ‘jubilar’ 41 troles, que ya suman 23 años de servicio, y reforzar la flota con nueve unidades.
Estos vehículos serían 100% eléctricos, a diferencia de los primeros troles que tienen un motor auxiliar a diésel. Los 20 buses eléctricos llegarían para reforzar la flota de la Ecovía y los corredores Central Norte y Sur Occidental. Así se planeaba reducir las aglomeraciones en horas pico y mejorar la calidad del servicio, en los 1,2 millones de viajes diarios que cubre la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (Epmtp).
La postergación fue motivo de preocupación entre los concejales. Ayer, la Comisión de Presupuesto tuvo una sesión extraordinaria en la que acordó exhortar al Alcalde para que se inicie la compra.
Su presidente, Marco Ponce, dice que los troles debían tener un máximo de vida útil de 20 años y que el reemplazo de las unidades más antiguas es urgente. Además, señala que a pesar de que la aprobación del Concejo para el endeudamiento es del 2018 se puede aplicar este año, puesto que el presupuesto municipal está prorrogado hasta que el nuevo Alcalde asuma su cargo en mayo.
La Ecovía y el Corredor Sur Oriental tienen articulados que se saturan a diario. Foto: Agustín Eusse / EL COMERCIO
El edil afirma que dejar la compra para el nuevo Alcalde podría retrasar el proceso en dos o hasta tres años, pues usualmente las nuevas autoridades prefieren hacer sus propios estudios. Esa demora implicaría que el servicio se afecte debido al daño que causa el uso intensivo de los vehículos.
La principal duda del Municipio -y que fue la que demoró el proceso- fue la referente a los buses eléctricos. El alcalde Rodas explicó que debió recurrir a una consultoría gratuita al C40 (un grupo de ciudades que toma iniciativas conjuntas para frenar los efectos del cambio climático). Esto sirvió para pulir las especificaciones técnicas. El secretario de Movilidad, Alfredo León, explicó que el aporte del C40 es valioso en cuanto a los avances en implementación de tecnologías limpias y nuevas. Este proceso tomó más tiempo del esperado y recién a fines del año pasado se contó con los pliegos para abrir el concurso.
En la reunión de la Comisión de Presupuesto, Mauricio Peña, gerente de la Empresa de Pasajeros, explicó que es posible separar los contratos: el de troles y el de buses eléctricos. Sin embargo, el proceso se lanzaría en un solo concurso. Luego, empresas distintas podrían hacerse cargo de cada uno o, incluso, declararse desierto alguno de los dos.
Al respecto, el concejal Jorge Albán dijo que entendía que se requiera más tiempo para analizar la compra de los buses eléctricos, puesto que estos tienen especificaciones técnicas distintas y debe definirse cuál es el modelo ideal para una ciudad como Quito.
Sin embargo, cree que la compra de nuevos troles es urgente y más sencilla, porque el sistema ya funciona en la ciudad hace más de dos décadas.
Roberto Custode, consultor en temas de movilidad, explica que un vehículo no tiene necesariamente una vida útil limitada por tiempo sino por su uso y la garantía de fábrica. Esto porque con el paso de los años puede ser más difícil encontrar repuestos y las reparaciones deben hacerse de forma artesanal, lo cual aumenta costos y complica la operación.
Los primeros troles, asegura, ya han sobrepasado el tiempo de respaldo de fábricas. Aunque su circulación es segura mientras tengan mantenimiento y sigan pasando la revisión técnica vehicular, Custode sostiene que estas unidades no debían haber operado más de 20 años, especialmente porque el Trole es el sistema más ocupado y saturado del país.
También la edil Soledad Benítez coincide en que la necesidad de renovar los troles no es de ahora. Al igual que Custode, cree que postergar la compra es una decisión política y no técnica, y que por ello debería reverse, tomando en cuenta que el Concejo ya aprobó la compra y el financiamiento. “Es necesario reforzar la flota para mejorar la calidad del servicio a los pasajeros”.