Matías Zibell: ‘Hay que pedir por una frontera más segura’

Matías Zibell es corresponsal de la BBC. Foto: Liz Castillo / EL COMERCIO

Matías Zibell es corresponsal de la BBC. Foto: Liz Castillo / EL COMERCIO

Matías Zibell es corresponsal de la BBC. Foto: Liz Castillo / EL COMERCIO

Entrevista Matías Zibell, corresponsal de la BBC.

Ecuador vive momentos difíciles por los atentados, muertes de militares y un triple secuestro en la frontera con Colombia. ¿Cuál es su análisis?

En la frontera colombo-ecuatoriana se vive un ambiente hostil.
Estamos frente a una zona complicada por sí misma, por la presencia de grupos clandestinos, incluso más peligrosos que las FARC o el ELN, porque son disidentes. Cuando los grupos irregulares están organizados, hay una cabeza, un mando y una jerarquía y se sabe con quién lidiar.

¿Por qué los disidentes son más peligrosos?

Porque son más anárquicos, impredecibles y difícil de entender su lógica y objetivos. Por eso se separan de la cúpula y no aceptan la paz. Eso se vive en la frontera, sumado siempre al narcotráfico que lo contamina todo.

¿Qué significa el secuestro de los periodistas?

No es lo mismo el secuestro de un periodista que el de otra persona. Cuando alguien retiene a un campesino, civil, abogado, contador… está secuestrando a un ciudadano. Pero cuando se atenta contra un funcionario o periodista sabe que la repercusión será mayor. Implica otro nivel de impunidad.

¿Cuál es la diferencia y cómo influye?

En un campesino, sin desmerecer su aporte en la sociedad, es posible que esa comunidad pida por su liberación. Pero en el caso de los periodistas, toda la prensa de su país y colegas de otros reclamarán por su liberación, a través de las redes y los medios de comunicación en los que laboran. Eso influye más.

¿Es lo que pasa con los plantones y vigilias diarias en las ciudades?

Exacto. El periodista ocupa un rol en la sociedad que hace que cualquier atentado tenga una exposición mediática mayor. Aquel que secuestra a un periodista sabe que va a tener esa exposición y necesita creerse más impune de lo que sería secuestrar a cualquier otra persona.

Entonces, ¿cómo despertar la conciencia de la sociedad ante esto?

Hay que concienciar que la lucha no es solo para liberar a tres periodistas, sino por una frontera más segura. Sería muy egoísta de nuestra parte encabezar reclamos solo por los secuestrados y olvidarse que hay gente que a diario es víctima de esos grupos violentos que operan en la frontera. Hay que pedir por una frontera más segura, para que todo el mundo haga su trabajo sin miedos ni someterse a la violencia. Con su trabajo, los periodistas fueron a ver lo que estaba pasando en la frontera, ser portavoces y denunciar los hechos.

¿Estos secuestros son un atentado para la democracia?

Sí, pero no es el único atentado contra la democracia. Cuando un grupo subversivo, clandestino o irregular atenta contra las fuerzas de seguridad de un país, como sucedió con la muerte de los soldados ecuatorianos, atenta contra la democracia y está demostrando un nivel de impunidad mayor, porque se está metiendo con un país.

¿Cuál debe ser el rol del Estado ante esto?

Siempre proteger su frontera. Ecuador sabe que tiene una frontera caliente con Colombia. Lo sabía antes del acuerdo de Paz con las FARC y lo sabe ahora.

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