Más pacientes pueden someterse a exámenes médicos sin salir de casa

Blanca Amalla coloca las muestras de sangre de Magdalena Bravo en un enfriador.

Blanca Amalla coloca las muestras de sangre de Magdalena Bravo en un enfriador.

El proyecto de laboratorios clínicos móviles comenzó como apoyo a las personas de la tercera edad y con discapacidad que no podían trasladarse por sus medios a un centro médico.

Desde hace tres años la oferta creció en Quito y la modalidad de asistencia también se ha modificado, pues las visitas domiciliarias de los galenos mutó y ahora los especialistas que recogen las muestras incluso visitan las empresas.

Para Sara Espinosa de los Monteros, doctora y propietaria de Ecuamerican, uno de los laboratorios pioneros en este trabajo, no solo ha cambiado el tipo de atención sino también los aparatos tecnológicos han mejorado su calidad.

Eso porque ahora el tiempo de entrega de exámenes de sangre, orina y heces se ha reducido a solo 30 minutos. Tras 25 años en este campo, Espinosa de los Monteros recuerda que un resultado se entregaba ­luego de 12 o 24 horas.

A Magdalena Bravo le ex­trajeron sangre del brazo sentada en la silla de su comedor, en El Pinar, un barrio en el norte de Quito. Ella tiene 57 años y relata que ha optado por este mecanismo para recibir sus exámenes por el poco tiempo que tiene de acudir a las clínicas. Tanto su ginecólogo como su médico de cabecera le envían órdenes de muestras periódicamente.

Asimismo, los especialistas reciben los resultados vía e-mail, pues los laboratorios entregan el documento físico nuevamente en la casa o trabajo del paciente y envían una notificación virtual para que el médico analice los resultados.

El procedimiento es siempre el mismo con todos los clientes. Por ejemplo, con una llamada el día anterior, la enfermera Blanca Amalla llegó al domicilio de Bravo con un set de laboratorio almacenado en un enfriador. Le realizó un cuestionario con preguntas sobre los medicamentos que consume y sobre las molestias que presentaba antes de tomarle las pruebas, rutina que debe seguir en cada casa.

Estas muestras se colocan en el enfriador con un código de barras del paciente y su historia clínica. Luego se trasladan en autos del laboratorio hasta que llegan a las máquinas que analizan cada tipo de prueba.

Para Juan Medina, propietario de Pharma Delivery, otro laboratorio que hace trabajos a domicilio, los procesos deben ser siempre meticulosos, pues en el transporte las muestras deben tratarse con extrema higiene. Considera que esa es la seguridad que se le brinda siempre a los pacientes.

En Quito, al menos 11 locales brindan este servicio, de acuerdo con sus publicidades en páginas web, pues no hay estadísticas globales ni oficiales.

En tres establecimientos, sus portavoces dicen que sus clientes son de la tercera edad y de personas con discapacidad. Pero también dentro de su cartera de clientes están los niños.

Curitas de colores y con dibujos animados, almohadillas decoradas y personal capacitado en menores atiende a los niños en estas citas. María de Lourdes Ávila, subgerenta de uno de los laboratorios, dice que la atención tiene que estar enfocada en cada tipo de cliente. Con eso -dice- se genera confianza y fidelidad, sobre todo, porque la toma de muestras en los niños y en las personas de la tercera edad no es sencilla.

Bravo ya tiene destinado el espacio para el personal del laboratorio. Cada vez que requiere sus servicios los recibe en el comedor, porque para ella es un sitio cómodo y puede asentar los brazos sobre la almohadilla en la mesa y que todo el set de jeringuillas y plásticos esté en un solo lugar.

La toma de muestras en los domicilios es un servicio gratuito. Según Marco Núñez, propietario de Newlab, en el valle de Los Chillos, este tipo de atención no tiene recargo adicional porque es un apoyo a los pacientes en su vida diaria y en la rutina cada vez más activa en la comunidad.

Dice que la mayoría de pacientes no tiene el tiempo para ir al menos dos mañanas a la toma de muestras y a la entrega de resultados. "Se trata de simplificar el trabajo. Mucha gente a veces opta por no hacerse los exámenes que solicita el médico, por la premura diaria".

La tecnología ha dado una mano en este proceso. Los nuevos aparatos que analizan la sangre cada vez son más inteligentes. Esto junto al código de barras de cada paciente facilita el trabajo de los especialistas. Aunque todavía el análisis bioquímico de orina y heces se realiza manualmente.

Para Galo Villafuerte, hematólogo, estos equipos realizan más del 50% del trabajo.

Los exámenes de los pacientes son corroborados luego de que las máquinas determinan los resultados para obtener un doble análisis y estar seguros de que no hay fallas.

Eso para el especialista Villafuerte brinda confianza aparte de la comodidad que ahora representa el servicio de laboratorios a domicilio para los pacientes. Por lo mismo considera que incluso los médicos recomiendan al paciente la ­opción de hacerlos en casa si no tiene el tiempo que se requiere para asistir a estos sitios por las mañanas.

  • En contexto

Los establecimientos de salud que realizan exámenes a domicilio han duplicado su número de pacientes en los últimos tres años. Los precios de los análisis son iguales a los que se efectúan en esos centros de atención, aunque depende del tipo de prueba.

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