Dos meses antes de que el 2010 terminara, la preocupación por las crecientes violaciones a la libertad de prensa y de expresión en Latinoamérica era evidente e iba en aumento. Los casos de México, Venezuela, Bolivia, Argentina, Nicaragua y Ecuador trascendieron sus respectivas fronteras.Gremios, dueños de medios de comunicación y periodistas tuvieron problemas para su trabajo. El escenario era similar: los periodistas tuvieron trabas, especialmente con los sectores gubernamentales y la presión de estos aumentó. Lo más grave ocurrió (y sigue en la actualidad) en México, por la presencia de bandas organizadas y los carteles del narcotráfico. Lo más “suave” se dio con juicios, bajo el argumento de difamación o atentado a la honra. Incluso, hubo “pedidos” oficiales para despedir a periodistas.
Ante ello, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) anunció, en noviembre pasado, que el 2011 será el ‘Año de la libertad de expresión en América Latina’. La declaratoria fue en el marco de la reunión de esta entidad, en Mérida, México. Un argumento fue: “Los periodistas acentúan que defender la libertad de expresión es la garantía de la democracia participativa y esperan que la medida permita llamar la atención pública sobre la situación actual”.
En ese encuentro, Gonzalo Marroquín, vicepresidente de la SIP, fue puntual al señalar: “queremos que la gente termine entendiendo que los regímenes autoritarios, el narcotráfico y los políticos que quieren perpetuarse en el poder actúan igual que como actuaban las dictaduras militares del siglo pasado; y nosotros, al igual que en aquella ocasión, nos vamos a oponer”.
Los informes que se presentaron de México, Guatemala, Honduras, Venezuela, Argentina y Ecuador mostraron esa realidad. Entre los más graves estuvo el de México. Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de ese país, desde el 2005 a marzo del 2011 se registraron 68 homicidios y 13 desapariciones de periodistas.
Bolivia se añadió a la lista, con la llamada “guerra sucia contra la prensa”. Ante ello, editores y periodistas se vieron obligados a la autocensura, tras la aprobación de la Ley Contra el racismo y toda forma de discriminación. Y con ello, la posibilidad de afrontar procesos legales. En ese país, hubo 99 agresiones contra periodistas, entre marzo y octubre del 2011 y 62 contra medios de comunicación, incluidos estatales.
En Venezuela, David Natera, documentó 113 casos de agresión contra la prensa nacional y 32 emisoras fueron clausuradas. En Argentina, se abrieron nuevos episodios de confrontación entre el Gobierno y medios de comunicación, que incluye a los directivos de La Nación y el Clarín. La situación se mantiene hasta ahora.
En otro foro internacional, la reunión de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, en Bogotá, en marzo pasado, se analizó este panorama. Catalina Botero, relatora especial para la libertad de expresión de la OEA, recalcó que en países como Ecuador, Bolivia, Venezuela y Argentina, “cada uno con diferentes grados de intervención estatal en los medios de comunicación, ven como se crean legislaciones que buscan bloquear el libre ejercicio periodístico”.
El argentino Jaime Rodrigo es optimista al decir: “Ojalá se pueda hablar claro en Latinoamérica, en especial en Argentina y que poco a poco despojemos del poder a los corruptos, busquemos a las personas transparentes, que seguramente ellos serán el futuro de la libertad de prensa.
LOS CASOS MÁS DESTACADOS
27 de agosto 2010
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, se comprometió a profundizar las investigaciones de su gobierno para esclarecer los crímenes contra periodistas.
18 de enero 2011
En Colombia se aprueba una reforma que permitirá reducir la impunidad que rodea a los crímenes en contra de los periodistas.
13 de abril del 2011
El periodista Luciano Leitão Pedrosa, fue asesinado a tiros en Pernambuco, Brasil. La SIP instó a las autoridades a indagar este asesinato.
22 septiembre 2010
El presidente Felipe Calderón se compromete a instalar en la agenda nacional la libertad de prensa y redoblar esfuerzos para la seguridad de los reporteros.
23 marzo del 2011
José Luis Cerda, conocido como ‘La Gata’, en el ambiente televisivo,de 33 años, fue secuestrado. Fue encontrado con un disparo en la cabeza.
19 de abril del 2011
Niño de Guzmán, jefe de Información de la Agencia de Noticias Fides (ANF), desaparece en Bolivia. Dos días después su cadáver es hallado.
5 noviembre 2010
En Perú sea crea una jurisdicción especial para procesar los delitos graves contra periodistas en ejercicio de su labor profesional.
27 marzo del 2011
Un bloqueo general se produjo en las plantas de impresión de los diarios Clarín y La Nación. La medida fue realizada por “piqueteros”.
25 de abril del 2011
En El Salvador, el camarógrafo Alfredo Hurtado(39 años) recibió varios disparos en la cabeza, mientras hacia su trabajo.
PUNTO DE VISTA
‘Por mis ideas iba a ir preso’
Rodrigo Fierro. Endocrinólogo y articulista de opinión
Si no hubiera vivido en un país libre no podría ser endocrinólogo ni articulista de opinión.
Estudié en el Colegio Mejía y luego en la Facultad de Medicina de la Universidad Central (cuatro años), pero terminé la licenciatura de Medicina en la Universidad Central de Madrid. Hice el doctorado en un Instituto de Madrid. Después estudié en Italia y en EE.UU.
Fui investigador de biopatología (estudio de los factores que intervienen en la situación de salud y enfermedad de una comunidad humana en un espacio geográfico determinado). También hice un estudio de los efectos de la carencia crónica de yodo y de hierro y de cómo la mal nutrición afecta el desarrollo de la capacidad intelectual y de la maduración neuromotora del habitante campesino.
La libertad en mi profesión tiene un lindero, una frontera, que es la bioética (campo del conocimiento médico que señala las normas de conducta profesional que deben tenerse en cuenta para el ejercicio de esta profesión).
Cuando volví al país recuerdo que tuve problemas con un miembro de la Junta Militar, la primera que hubo en el país.
Sin embargo, la libertad de expresión que se mantenía en esa época hizo que públicamente rechazara la adquisición de aviones último modelo, que realizó esta Junta, cuando el pueblo tenía graves deficiencias.
Luego, por la nota de opinión: ‘Febres Cordero en su sitio’, que publiqué el 29 de mayo del 2003 en EL COMERCIO, fui llevado a juicio penal. Pero tenía que manifestarme, no era factible que no dijera la parte de la verdad que me asistía. El artículo hablaba de cómo en esencia el poder fáctico lo tenían quienes habían sido capaces de controlar los factores económicos y políticos. No en vano a Febres Cordero sus oponentes lo definieron como el ‘Dueño del país’.
Después de 17 meses fue EL COMERCIO, que señaló que Febres Cordero tenía bajo su control casi todas las salas de lo penal. En esas circunstancias un juicio penal era un verdadero martirio. Viví momentos de angustia y desesperación porque no había salida posible.
Estuve resuelto a irme a prisión, incluso preparé mi máquina de escribir y mi cafetera, porque me encanta el café, pero jamás iba a pedir perdón de lo dicho. Me declararon culpable pero por mi edad (ahora 80 años) y mis antecedentes ciudadanos no tuvo efecto.