María Paula Granda: El Papa refuerza el estereotipo de la familia 'normal' y no comprende el aborto

Ella tiene 24 años, es egresada de la Facultad de la Carrera de Sociología de la Universidad Central, militante del Socialismo Revolucionario, feminista y editora del Periódico Alternativo Opción Socialista. Foto: EL COMERCIO.

Ella tiene 24 años, es egresada de la Facultad de la Carrera de Sociología de la Universidad Central, militante del Socialismo Revolucionario, feminista y editora del Periódico Alternativo Opción Socialista. Foto: EL COMERCIO.

Ella tiene 24 años, es egresada de la Facultad de la Carrera de Sociología de la Universidad Central, militante del Socialismo Revolucionario, feminista y editora del Periódico Alternativo Opción Socialista. Foto: EL COMERCIO.

Aplausos para la visión del papa Francisco sobre la situación de los jóvenes en Ecuador, en Latinoamérica y el mundo, pero también críticas a lo que se considera un discurso de estereotipo sobre la familia heterosexual, “normal”, y que rechaza la comprensión del aborto.

Así lee María Paula Granda los mensajes que sobre la familia y la educación dejó el Sumo Pontífice, durante su visita al Ecuador. Ella tiene 24 años, es egresada de la Facultad de la Carrera de Sociología de la Universidad Central, militante del Socialismo Revolucionario, feminista y editora del Periódico Alternativo Opción Socialista.

“Lo que ha dicho el Papa es la realidad de todos los jóvenes no solo de países desarrollados sino de Ecuador, en particular. Con las reformas educativas, que ha impuesto este Gobierno, vivimos una restricción al ingreso de la universidad, lo cual abona al problema del desempleo que ha señalado el Papa.

Si se revisan las reformas al Bachillerato General Unificado, la educación técnica se ha limitado, lo que obliga a que los estudiantes tengan que ir a la universidad, pero cuando lo hacen el ingreso está restringido. Los alumnos del Central Técnico dicen que se han reducido sus horas de práctica y eso en la educación técnica es fundamental. Les obliga a buscar un instituto superior y no pueden trabajar directamente. Ojalá lo que ha señalado el Papa llame a la reflexión al Gobierno.

Tampoco hay un fomento a la economía popular y solidaria, otra fuente de trabajo para nosotros. Son condiciones preocupantes de trabajo, esperamos que con estas reflexiones importantes sí podamos ver un cambio en las políticas gubernamentales, más que nada en educación”.

En otro tema, como militante feminista, María Paula Granda dice que con sus palabras, el Papa ha reforzardo el estereotipo de la familia heterosexual, normal, entre comillas, y eso le preocupa.

“Francisco queda en deuda con las mujeres ecuatorianas y de América Latina. Si bien él ha tocado temas muy importante como el ambiental y el de la exclusión, dejó de lado lo referente a la violencia que reciben las mujeres.

El martes se refirió en ese mismo discurso (en la Iglesia de San Francisco) al aborto como un asesinato, parte de la cultura del descarte y nosotras como feministas creemos que eso es no entender la realidad de países más empobrecidos y violentos como los nuestros. No es que pedimos el aborto como método anticonceptivo, sino como opción, queremos un aborto seguro para no morir. Eso no entra en cultura de descarte, no es que abortamos porque no nos interesa y somos irresponsables.

El Papa está en deuda con nosotras. Como feministas entendemos que no va a decir sí al aborto, pero pudo no decir nada, y lo que ha hecho es reforzar la visión sobre una familia normal muy entre comillas y dejó de lado a las familias diversas. En todos los tipos de familia, reconocidos en la Constitución, el amor y todos los valores, que ha recalcado el Papa que es la función de la familia fortalecer, se cultivan”.

Suplementos digitales