En el país ¿hace falta una Ley de Comunicación?
Soy partidario de una desregularización en ese sentido. Me parece que debe existir un buen marco legal; es decir, códigos civiles y penales que ofrezcan garantías al ciudadano. No creo que se deba ejecutar una Ley de Comunicación específica.
¿Se refiere a que las instituciones que administran justicia son suficientes para manejar el tema comunicacional en el país?
Debería ser así. Si no es perfecto, es perfectible. No veo la necesidad de una Ley de Comunicación, más allá de que en la nueva Constitución se la ordena.
¿Por qué no debe haber una Ley de Comunicación?
Porque me parece que lo único que hará es limitar los derechos de libre expresión. Por qué este tratamiento discriminatorio para los comunicadores, los medios o los periodistas. Por qué no hacer también una ley para los médicos, otra para los ingenieros, para los peluqueros y cualquier oficio que pueda hacer daño al ciudadano, que pueda causar perjuicio cuando lo ejerce mal. Por qué tiene que ser solo para los periodistas y los medios de comunicación.
¿Usted ve a la propuesta de Ley nociva o identifica que tiene temas acertados?
Los planteamientos son variados. Hay aspectos cuestionables. El acuerdo legislativo que se hizo limitó estos problemas, pero es evidente que están tratando de retomar algunos de los temas más controversiales. Por ejemplo, que sea una Ley que pretenda otorgar poderes a determinados organismos del Estado o funcionarios dependientes del Ejecutivo para sancionar a los medios o a los periodistas.
¿Cómo analiza que se regule más a los medios privados que a los estatales?
No creo que eso suceda. Creo que también se pretende regular a los medios del Estado, al menos así debería ser. Sería inconcebible que exclusivamente se lo haga para medios privados. No he captado esa tendencia. La prensa, para este Gobierno, es una enemiga declarada. Así lo ha reconocido públicamente el Presidente (Rafael Correa). Al final, esta Ley es un mecanismo para tratar de ejercer control.
A su criterio, ¿los medios y los periodistas requerimos una Ley de Comunicación que nos regule? Esto porque, según los promotores de la Ley, no hemos sido capaces de autorregularnos.
No creo que la autorregulación deba venir a través de leyes. Me refiero a todo lo que tiene que ver con contenidos y la manera en que se realiza el trabajo informativo de los medios. Tampoco me refiero a los aspectos técnicos donde sí tiene que existir regulación y una autoridad para que los medios estén en las frecuencias asignadas. Me refiero a la parte informativa. Reitero: no creo que deba haber una regulación en ese sentido, el marco jurídico actual es suficiente. La autorregulación tiene que ver con los principios éticos de cada medio de comunicación.
¿Considera que los medios privados no se han podido autorregular?
Creo que la mayoría de medios de comunicación colectiva hacemos siempre un esfuerzo por regularnos. Somos humanos, erramos, pero no puedo dejar de desconocer que se han producido excesos y también existen medios que no han actuado en función del interés público, sino del privado. Sí se ha fallado y es allí donde debe actuar el marco legal ecuatoriano.
¿Cómo puede subsanar el medio de comunicación los excesos que menciona?
Es importante una evaluación periódica. En nuestra radio lo hacemos semanalmente, entiendo que en los periódicos lo hacen todos los días. Es importante la conformación del Consejo Editorial, y ese es el espacio para que los medios se regulen. Allí se debe hacer una autocrítica y se debe dar una evaluación cualitativa del trabajo. Puede ser insuficiente, pero sí evidencia la buena fe que existe en el trabajo periodístico de la mayoría.
¿Cómo analiza usted a una propuesta de ley venida de un Gobierno que es agresivo con los periodistas de los medios de comunicación privados?
Es algo que despierta más suspicacia. Si se tratara de un Gobierno neutro con los medios de comunicación la desconfianza sería menor. El Presidente ha sido muy duro con los medios de comunicación y con los periodistas desde el primer día. Nos ha puesto como un sector marginal y que busca hacer daño a la sociedad y que solo trabaja por intereses particulares.
¿Le parece que a los periodistas de los medios privados les hace falta autocrítica y rigor en su trabajo?
Sí. Lo primero es hacer una crítica al interior de los medios, no todos hacemos el esfuerzo en la medida en que quizá podríamos hacerlo. Y hay medios que definitivamente fallan.