La marcha en defensa del agua fue pacífica

La presencia de unos 1 300 policías en las vías, parques y calles de la capital azuaya generó recelo entre los cuencanos. Pero no incomodó a los cerca de 3 000 manifestantes ni detuvo la protesta de ayer.

Un sol intenso acompañó el desarrollo de la marcha convocada por la Federación de Organizaciones Indígenas y Campesinas de Azuay (FOA). A la protesta se unieron la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y su filial, la Ecuarunari.

Esta medida de hecho marcó el inicio de las protestas contra la Ley Minera vigente y el proyecto de Ley de Aguas, que se debate en la Asamblea. Desde las 08:00, campesinos miembros de las juntas y sistemas de agua de Azuay se concentraron en el Parque de La Madre, en el sur de la ciudad.

A las 09:30 se inició la movilización. Esta, estuvo liderada por Delfín Tenesaca (Ecuarunari), Luis Macas (Conaie), el asambleísta Línder Altafuya (MPD), José Acachu (Federación Shuar) Carlos Pérez (FOA) y otros dirigentes provinciales que caminaron hacia la oficina de la Corte Constitucional en Cuenca.

Allí, la multitud exigía un pronunciamiento de las autoridades sobre la demanda de inconstitucionalidad presentada hace 10 meses en contra de la Ley Minera. Pero solo encontraron un rótulo que decía que están en inventario hasta el 22 de este mes.

La víspera se informó que unos 1 300 policías controlarían la movilización, 1 225 están asignados a Azuay y el resto llegó de provincias vecinas. Un grupo de policías en patrulleros y motocicletas dirigió la marcha hasta el céntrico parque Abdón Calderón.

Para Tenesaca, las expresiones del presidente Rafael Correa son contradictorias. “Si somos solo cuatro dirigentes, como lo afirma siempre, por qué envió tantos policías para controlar esta marcha pacífica”. Ayer confirmó que radicalizarán las protestas.

En cambio, José Acachu, de la nacionalidad Shuar, mencionó que en las comunas mantienen asambleas, reuniones, foros y talleres en los cuales explican su reclamo. “No buscamos poder político, como se desinforma”.

Las parroquias cuencanas de Tarqui y Victoria del Portete, en el sur de la capital azuaya, también amanecieron vigiladas con personal equipado con implementos antimotines. Sus habitantes mantienen una lucha desde hace tres años contra la minera Iam Gold, que impulsa un proyecto aurífero a 4 kilómetros de la laguna de Quimsacocha.

De este humedal, tres sistemas de agua de los cantones azuayos de Cuenca, Girón y San Fernando se benefician. Por eso, sus pobladores fueron a la marcha de ayer.

Ligia Arévalo, de 62 años, de la comunidad de San Pedro de Escaleras, dice estar acostumbrada a la vigilancia en las protestas. Incluso a sentir la represión por los cierre de vías en los que ha participado en ocasiones pasadas.

Campesinas azuayas, con su particular atuendo (polleras multicolores) trajeron sobre sus espaldas envases con agua de las fuentes hídricas de sus jurisdicciones. Lo mismo hicieron otros campesinos de Zamora Chinchipe, Loja y de otros cantones de Azuay. Esta agua fue bendecida por tres sacerdotes de la provincia.

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