Las cascadas de La Manga del Cura son los nuevos destinos turísticos que promociona la Prefectura de Manabí. Foto: Juan Carlos Pérez/PARA EL COMERCIO
Las playas no son los únicos atractivos turísticos de Manabí. Desde hace 10 años, el turismo cultural, religioso, ecológico y de aventura ha tomado fuerza en esta provincia.
De los 360 atractivos turísticos que tiene Manabí, al menos 200 no se encuentran cerca del mar, afirma su prefecto Mariano Zambrano.
Por ello, las autoridades trabajan en la promoción de las zonas rurales. Los comuneros se han unido a proyectos turísticos en zonas cercanas a las áreas protegidas, sitios tradicionales y a complejos arqueológicos. También se han impulsado ferias gastronómicas y culturales.
Según la coordinadora zonal de Turismo, Elisa Mora, se trabaja en la realización de un cronograma con estas ferias para promocionarlas durante todo el año. “Manabí tiene un turismo estacional. Es decir, que el turista llega solo en feriados y temporadas altas; buscamos que lleguen todo el año. El turismo rural es una forma de atraerlos”.
En Chone, por ejemplo, ya se institucionalizó el Festival del Chame, que se realiza hoy, 9 de septiembre de 2017.
El alcalde Deyton Alcívar señala que ese festival ha permitido que se conozcan los atractivos turísticos que tiene el cantón. “Hace unos 20 años atrás teníamos la idea de que si no teníamos playa, no podíamos promocionarnos”.
Alcívar explica que se dieron cuenta que los turistas que iban por el platillo del chame empezaron a interesarse por las áreas naturales del cantón.
El sitio que mayor cantidad de turistas recibe (400 anualmente) es el humedal de La Segua. Ahí se pueden avistar más de 177 especies de aves endémicas, en 1 742 hectáreas.
Los turistas, a más de degustar del chame que se produce en la zona, pueden hacer caminatas, navegar en botes y hacer camping en medio de la naturaleza. El ingreso cuesta USD 3.
A 30 minutos de La Segua se encuentra Rocafuerte, que es un cantón reconocido por la elaboración de dulces manabitas. Ahí, con USD 1, se degustan más de 15 variedades de dulces elaborados con leche.
En ese cantón también se encuentra la Virgen Blanca de Las Peñas, que es una gruta que mide más de 15 metros. En el interior se instaló un altar para la Virgen María, en un espacio similar a una cueva. La entrada es gratuita y a diario llegan unas 50 personas.
En Jaramijó, la comunidad atrae a los viajeros a un pozo de agua azufrada. El comunero Camilo Loor relata que antes el lugar era un pozo de petróleo, según una leyenda urbana.
Los habitantes cuentan que un mendigo al que no le quisieron dar limosna maldijo a los pozos y uno de ellos se convirtió en agua azufrada.
Actualmente, los turistas que van al lugar utilizan esas aguas con fines medicinales.
Manabí también tiene 17 museos con muestras pictóricas, arqueológicas y una variedad de reliquias que muestran las tradiciones de la provincia y de su historia.
Uno de esos es el de Pacoche, que se ubica en la zona rural de Manta. En el lugar se exhiben cinco galerías de las culturas precolombinas que se asentaron en esa zona .
Los atractivos de ese sector se pueden conocer mediante un tour. La primera parada es una visita al bosque Pacoche, a 26 km del centro de Manta. En ese remanente de 4 500 hectáreas hay monos aulladores y bosques nativos, únicos en la provincia.
Brenda Terán, directora Municipal de Turismo, señala que uno de los atractivos del bosque es que en las montañas se preservan vestigios arqueológicos de la cultura Manteña.
Luego del recorrido, de dos horas aproximadamente, los turistas pueden ir hasta el poblado rural donde se encuentra el museo. La entrada a esos lugares es gratuita.
En Montecristi es obligatorio visitar Ciudad Alfaro, que cuenta con un museo sobre la Revolución Alfarista y un mausoleo que rinde homenaje al expresidente Eloy Alfaro. Además, se pueden comprar sombreros de paja toquilla y artesanías variadas.
A 20 minutos de Montecristi se encuentra la comunidad La Pila, donde se elaboran réplicas de las piezas hechas por las culturas precolombinas.