Mambrú se fue a la guerra…

Jacobo Zoldán

Qué dolor, qué dolor, qué pena, Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá... canción popular infantil que le viene como anillo al dedo al Gobierno que no encuentra motivo para disimular una carrera armamentista comprando desaforadamente aviones, barcos, helicópteros, etc.

La última excusa es que Colombia nos está espiando: me pregunto qué nos pueden estar espiando, lo único que se me viene a la mente es  cómo es que el Gobierno está contra el terrorismo si está aliado a Irán, auspiciante del terrorismo mundial.

Cómo es que un Ministro de Defensa, ex periodista pacifista, se convirtió en guerrerista. Cómo es que marinos expertos en manejar buques hoy  manejan torres y pozos petroleros.

Tres pequeños ejemplos dignos a ser espiados por cualquier país que no comprendería semejante contradicción.

ERROR EN HOJA DE VIDA DE ENTREVISTA

Alison Vásconez Rodríguez

En la entrevista que me fuera realizada el 30 de octubre y publicada el 3 de noviembre en la sección Quito sobre el Subempleo, se incluye información que yo no proporcioné sobre mi afiliación institucional.

Yo actualmente me encuentro trabajando a tiempo completo en Flacso Sede Ecuador como docente asociada, y en proceso de obtención de mi doctorado.

El dato sobre la Universidad Andina no es correcto y no entiendo de dónde fue obtenido. Agradecería se aclare y corrija este error, y que en adelante los datos que se publiquen se ajusten a la información que se entrega de fuente directa.

Nota de la Redacción: Los datos se tomaron de la página web de la Flacso. Lamentamos los equívocos. 

NO FUI FUNCIONARIO DE LA EMPRESA ODEBRECHT

Iván O. Vallejo Aguirre

En EL COMERCIO, página 7 del 31 de octubre en Negocios se expresa que yo, Iván Oswaldo Vallejo Aguirre, fui funcionario de Odebrecht, algo que no es verdad, nunca tuve ninguna relación de dependencia con esa empresa.

Mi intervención en el proyecto San Francisco fue en calidad de Asesor Jurídico de Hidroagoyan SA, en la que se me pidió que colabore en ciertos temas puntuales, uno de ellos emitir informes legales.

Yo trabajé y tuve relación de dependencia con Hidroagoyán desde el 4 de agosto de 2003 hasta el 17 de enero de 2006.

Espero que esta aclaración salga publicada, ya que lo que se indica en el Diario  no corresponde a la verdad y puede ser verificado en el mismo proceso judicial que se efectúa en el Juzgado de Garantías Penales de Ambato.

Nota de la Redacción: Ofrecemos disculpas al afectado. Lo que registramos fue una información oficial de la Fiscalía, tal como consta en nuestros archivos.

Otra vez los errores en diario EL COMERCIO

Fausto A. Maldonado P.

Me refiero a la edición del domingo 1 de noviembre. En la página 19 está el artículo: “Él duerme en un nicho, rodeado de muertos”. En el párrafo 2, de la quinta columna, dice: “El cementerio municipal es el principal y más grande de la capital de Esmeraldas. Los nichos levantados sobre las 40 000 hectáreas están copados.  La demanda crece y ya se edifica un nuevo bloque, donde se habilitarán 5 800 espacios para los cadáveres. Además se construye otro cementerio en la vía a Esmeraldas”. 

Conozco el cementerio de Esmeraldas y me es imposible creer que tenga 40 000 hectáreas. Lo que sí es verdad es que todos los nichos están ocupados y pronto se tendrá que sacar de ahí a don Aníbal Palomino, que podrá encontrar otro puesto en el nuevo cementerio.

En la revista Siete Días en la página 3 se habla de que Samsoe es una vitrina de la revolución verde.  En el párrafo 2 se dice: “Esta isla de Dinamarca, país que albergará en diciembre una cumbre mundial sobre el clima, ha reducido el 140% sus emisiones de CO2, pasándose de 11 toneladas por habitante al año de 1997, a menos de 3,7 toneladas hoy”… La reducción señalada no es de 140%, esto significaría que desapareció mucho más de las 11 toneladas y que ahora hace falta el CO2 que normalmente existe en la atmósfera. Me parece que la reducción es de entre 60 y 70%, el cálculo lo pueden hacer ustedes con más exactitud.

Lo que llama la atención, y ya lo he dicho anteriormente, es que cuando se trata de números se copia sin preocuparse si hay o no precisión y exactitud. 

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