Redacción Guayaquil
Sus gestos captaron la atención de los pequeños. Alzaba sus brazos, luego saltaba. Poco a poco, el murmullo se apagó en las 35 bancas del cuarto año básico de la escuela Benjamín Carrión, en el suroeste de Guayaquil.
Frente a un colorido cartel, Beatriz Sánchez dio su clase de lectura: Venciendo la dificultad. “Todos tenemos problemas, pero siempre hay formas de superar obstáculos”, era el mensaje que daba luego de contar la historia de un pájaro en busca de agua.
Con ese tema, la maestra participó en la última fase de evaluación docente del Ministerio de Educación. Sánchez contó que en las dos oportunidades anteriores se negó a las pruebas por temor a la destitución. “Ahora estoy segura porque la UNE llegó a un acuerdo”, dijo la educadora, con 34 años en el Magisterio.
Ella es una de los 2 586 profesores de la Costa, que no asistieron a las convocatorias de junio y julio, y a quienes el Ministerio dará la última oportunidad para evaluarse, en esta semana.
Desde las 07:00, los evaluadores visitaron varios planteles del Suburbio para tomar las pruebas internas. En la escuela Carmen Sucre, cinco maestros rindieron exámenes. “Los padres evaluaron a los maestros y los niños más grandes a sus profesores”, dijo el director Víctor Soria.
En el salón de primero de básica, María Gómez dio su clase demostrativa. Con globos y serpentinas arregló los pupitres. “La idea es desarrollar sus habilidades de forma entretenida”.
En otro salón, su colega María Cabrera alistaba un tema de Ciencias Naturales. Mientras explicaba los beneficios del agua y la falta que hace en el país para evitar los apagones, una evaluadora llenaba la hoja de prueba.
Capacidad de interacción y métodos de enseñanza fueron algunos parámetros. “Estamos seguros de nuestra capacidad. El temor era por la forma de calificación”, comentó la educadora.
En la escuela Juan Tanca Marengo (la 20 y Venezuela), Balbina Payne descansaba después de la evaluación. La profesora contó que desde ahora se prepara para la prueba de conocimientos específicos, planificada para este sábado en el colegio Guayaquil.
Los talleres se iniciarán el 23
De los 2 570 maestros que participaron en la primera fase de evaluación en la Costa, el 24,36% sacó entre excelente y muy buena; el 72,88%, buena. Y un 2,76% (71 educadores) obtuvo la calificación insuficiente. En los dos últimos casos, los profesores deberán tomar cursos obligatorios de capacitación.
Cynthia Chiriboga, del Sistema Integral del Desarrollo Profesional Educativo, dice que el plan de estudio es de cuatro talleres. El primero es Inclusión Educativa, sobre técnicas para evitar la discriminación en el aula. El curso dura 10 horas y se iniciará el 23. La Lectura Crítica es parte del paquete. Durante 60 horas, el maestro comprenderá el significado implícito de lecturas complejas, además de pedagogía y didáctica. Por último, Evaluación y Aprendizaje (30 horas), le permitirá al educador replantearse la evaluación como herramienta de aprendizaje.
En mayo habrá una nueva evaluación. Si las notas son deficientes por segunda vez, serán destituidos por el Ministerio.