AFP
Manuel Zelaya, desde Costa Rica, intentó ayer defenderse de los militares, diputados y jueces que impulsaron su salida del país.
Aún ataviado con su ropa de dormir, él negó que haya presentado su renuncia irrevocable al cargo, como lo anunció el Congreso. Su declaración se dio pocos minutos después de que el secretario del Parlamento hondureño, Ángel Saavedra, leyera la presunta dimisión.
“Es totalmente falso, ahora lo que estoy deduciendo es que esto no es un golpe militar, sino que es una conspiración política apoyada por el golpe militar, porque ya se está queriendo manipular y decir esa terrible falsedad”.
Zelaya nació en la ciudad de Catacamas. Tiene 56 años, está casado y tiene cuatro hijos. Es un pudiente empresario maderero y es conocido por su predilección por las botas de cuero, que las usa incluso cuando viste de traje. Entró a la política auspiciado por el Partido Liberal. Fue diputado desde 1985 hasta 1994. Desde ese año ocupó en varios cargos públicos.
El 27 de enero de 2006 asumió la Presidencia, con el reto de luchar contra las pandillas y reducir la pobreza. Sus primeros años de mandato siguió una línea de derecha, pero recientemente tendió nexos con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa, y de Bolivia, Evo Morales.
El detonante para el golpe fue el llamado a un referéndum, previo a la redacción de una nueva Constituyente. Sus opositores creen que deseaba reelegirse.
Zelaya defendió la consulta y dijo que es derecho de sus compatriotas elegir su futuro.