Gabriela perdió la vida el domingo 30 de agosto del 2015, a las 12:15. Una moradora contó que hubo una fuerte corriente de viento que hizo que la pared se viniera abajo. Los ladrillos la cubrieron por completo. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El cortejo fúnebre de Gabriela, de 14 años, quien falleció la tarde del domingo en un accidente, fue desde la casa donde vivía hasta la iglesia nueva. Lumbisí, al nororiente de Quito, salió a las calles mientras la caravana fúnebre pasaba, a las 14:45 de este martes 1 de septiembre del 2015.
Un féretro blanco fue llevado por ocho calles del poblado, mientras unas 150 personas lo rodeaban. Unos sostenían flores, otros lloraban. Una banda de pueblo encabezó el traslado. La madre de la menor necesitó de ayuda para no desfallecer. Con paso lento, envuelta en un saco negro, dejó caer su llanto durante todo el trayecto.
La menor perdió la vida el domingo 30 de agosto del 2015, a las 12:15, mientras manejaba su bicicleta por la calle Alfonso Lamiña. Gabriela pasaba junto al muro de un terreno donde se siembran flores en compañía de su madre, quien cruzó por el otro lado de la vía. Rosa Males, moradora del sector, contó que ese momento hubo una fuerte corriente de viento que hizo que la pared se viniera abajo. Los ladrillos la cubrieron por completo.
Marcelo Flores, también habitante de la zona, advierte que la pared ya estaba sentida y que era responsabilidad del propietario del terreno el hacerla arreglar. Nadie sabe el paradero ni la identidad del dueño del predio. Sin embargo, el arrendatario se hizo presente. Flores cuenta que se solidarizó con la familia y que el hombre se hará responsable de todos los gastos. Además, dice, entregará una indemnización.
Al entrar a la iglesia, la esperaban 18 compañeras del colegio Los Pinos, todas uniformadas. Ellas no pudieron evitar quebrantarse al ver a su amiga llegar dentro de un féretro.
A la misa asistieron unas 200 personas. Amigos, vecinos, familiares y gente que se conmovió por el suceso. Gabriela tenía dos hermanos.
La menor fue enterrada en el cementerio de Lumbisí a las 16:15, en medio del dolor de sus familiares.
Los moradores hacen un llamado a las autoridades para que se aseguren de verificar el estado de las paredes de los lotes más grandes del barrio y obliguen a los propietarios a tumbar los muros inseguros.