En un allanamiento del caso Petroecuador (10/11/2016), la Policía encontró dinero. Foto: archivo EL COMERCIO
Los casos de corrupción en Petroecuador y Odebrecht desataron una serie de reacciones en el país. Sobre todo, cuando en el primer caso la justicia señaló al exministro de Hidrocarbuuros, Carlos Pareja Yannuzzelli, y a los exgerentes de la estatal petrolera, Álex Bravo y Marco Calvopiña. Al final, los tres fueron procesados.
El presidente Rafael Correa aseguró que no se tolera la corrupción y que estos hechos no son generalizados, como sí ocurría “en otros gobiernos”.
¿Cómo está el país en este tema? El 25 de enero, la organización Transparencia Internacional (TI) difundió los índices en torno a la percepción de corrupción-2016 y reveló que el país cayó un punto con relación al 2015: de 32 a 31 (cero significa altos niveles de ilegalidades y 100 lo contrario).
TI sostuvo que los índices aumentaron por los Panama Papers, de donde precisamente surgió el caso Petroecuador.
La Fiscalía dice que sí ha investigado este hecho y ha difundido cifras como estas: 9 detenidos, 109 indagados, 39 procesados, 17 asistencias penales, 645 diligencias, etc.
Ante los problemas de corrupción, en el 2008, la Constituyente que se reunía en Montecristi, dio origen a la denominada Función de Transparencia y Control Social o también llamado Quinto Poder. En el art. 206 se advierte que una de sus atribuciones es prevenir y luchar en contra de este mal.
En la rendición de cuentas 2016 que difundió esta Función se indica que ese organismo se creó con “efectivos mecanismos contra la corrupción”.
Al comenzar este Gobierno aparecieron casos como el del exministro del Deporte, Raúl Carrión, procesado por peculado; o las irregularidades que la Fiscalía investigó en el Ministerio de Salud por la compra de 115 ambulancias.
El 26 de octubre pasado, el contralor General, Carlos Pólit, cuestionó a la Fiscalía por demoras para investigar posibles irregularidades que habrían cometido los funcionarios del servicio público.
Las cifras oficiales advierten que menos de la mitad de las denuncias de corrupción que llegan a la Fiscalía se convierte en juicios penales. Esa institución reconoce que entre el 2005 y el 2015, la Contraloría le remitió 1 239 informes con indicios de responsabilidad penal por peculado, enriquecimiento ilícito, cohecho y tráfico de influencias en la administración pública.
De estos casos, 412 pasaron a instrucción fiscal, es decir, se hallaron sospechosos y fueron acusados en tribunales. El resto de informes penales estaba en indagación previa.
Las propuestas
En su plan de gobierno, el candidato de Creo, Guillermo Lasso, dice que a pesar de la existencia del Quinto Poder, “solo el 6% del total de organizaciones públicas presentó a la Defensoría del Pueblo la información en el plazo establecido” y que eso no permite transparencia en la administración.
Por eso sostiene que “los ecuatorianos percibimos que la corrupción está presente a todo nivel en el sector público”. Y propone, por ejemplo, promover la participación y la rendición efectiva de cuentas.
Además, cree necesario que las autoridades “entiendan la importancia de la transparencia en su actuación”.
Lasso también plantea “desaparecer el Consejo de Participación Ciudadana”, que es parte de la Función de Transparencia, pues asegura que “ha sido la piedra angular que ha dado vida a este hiperpresidencialismo”.
El candidato de AP, Lenín Moreno, en cambio, dice que hará una cirugía mayor contra la corrupción y que ya ha pedido ayuda a las Naciones Unidas para que esto se cumpla.
“Que los corruptos de ayer y los de ahora no regresen después bendecidos por el paso del tiempo a presentarse como prohombres de la moral y la justicia, como prohombres de la legalidad y a actuar y a pontificar acerca de lo que hay que hacer con respecto a la justicia, a la economía y a la política del país”, sostuvo.
Por eso asegura: “sanción sí, cárcel sí, a todos los corruptos, a los de ayer y a los de ahora”.
Pero el candidato también llama “a los ecuatorianos, a los padres de familia y maestros a inculcar valores de transparencia, de responsabilidad, de honestidad, de lealtad, para que en el futuro no tengamos ningún tipo de corrupción”. Habla de una lucha frontal en contra de este problema.