Segundo Quinatoa, el ciudadano de mayor edad de Ecuador, cumplió 116 años

Miguel Quinatoa Rundo cumplió 116 años de edad. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO.

Miguel Quinatoa Rundo cumplió 116 años de edad. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO.

Miguel Quinatoa Rundo cumplió 116 años de edad. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO.

Segundo Miguel Quinatoa Rundo es el centenario patriarca de una familia integrada por sus 7 hijos (dos fallecidos), 23 nietos, 54 bisnietos y 11 tataranietos. Nació el 1 de abril de 1899, en Cayambe, provincia de Pichincha, en el norte de Ecuador, según consta en su cédula de identidad.

Es por ello, que sus familiares y amigos organizaron, el 1 de abril del 2015, una fiesta de cumpleaños. Con una sonrisa de niño, el hombre de los tres siglos, como le conocen en su natal parroquia de Juan Montalvo, mordió el pastel. En realidad se ofrecieron ocho tartas, para atender a los emocionados asistentes. En uno de ellos había tres velas encendidas con el número 116. Con intensidad tomó aire y apagó el fuego, ante el aplauso generalizado.

Como todos los años no se necesitó invitar a los vecinos para armar el onomástico. Con la mayoría de sus 93 descendientes la casa de la familia, ubicada en el barrio América, de Juan Montalvo, estuvo abarrotada. Y papá Segundo, como le denominan todos sus parientes, estaba feliz. Lució un traje color azul oscuro, camisa blanca y corbata café.

Cientos de globos azules y amarillos decoraban el salón. Segundo Quinatoa, aferrándose con las manos a un bastón de madera, agradecía por la sorpresa, con su hablar pausado. Inclusive bailó e interpretó una canción utilizando una armónica, como lo hacía en sus tiempos mozos.

“Mi abuelo siempre fue un hombre alegre. Tocaba la guitarra y el rondín (armónica) en las fiestas”. Así recuerda su nieta Ximena Cachipuendo Quinatoa, de 44 años.

El paso del tiempo ha quedado grabado en el cabello color plata y en las arrugas que se han dibujado en su piel. A pesar de ello, Segundo Quinatoa es un hombre lúcido, aunque se ha reducido su capacidad auditiva.

Uno de los organizadores de la fiesta fue Aníbal Puga. El abogado conoció al longevo personaje hace dos años, cuando realizó un trámite jurídico para que la hija de Quinatoa, Carmelina, le pueda dar cobrando el bono solidario (una ayuda estatal de USD 50 que se entrega cada mes a las personas de escasos recursos económicos). Aún guarda la copia a color de la cédula de ciudadanía, que se avaló en una notaría de Cayambe.

La jornada de don Segundo se extiende de 06:00 a 20:00. Sin embargo, su hija Casilda, asegura que cuando su progenitor era joven se levantaba a la 01:00 para atender las labores domésticas del campo, como: cortar la leña y acarrear agua, antes de iniciar las faenas agrícolas. A pesar de su lento caminar, todavía labra la tierra, con un azadón. Le gusta sembrar y aporcar sus cultivos de maíz, habas y fréjol.

Los descendientes de Quinatoa atribuyen su larga edad a la alimentación con productos frescos del campo. En su mesa nunca falta un plato de quinua, chuchuca, maíz tostado, pollo de campo, pescado y carne de borrego. Sin embargo, su golosina preferida es el pan de dulce. Pero, papá Segundo cree que su vitalidad está relacionada a que nunca consumió licor ni cigarrillos.

El centenario hombre perdió a Rosa Farinango, su compañera de toda la vida, hace siete años. Él era mayor con 21 años. Ahora está al cuidado de sus dos hijas: Casilda y Carmelina.

A la fiesta de cumpleaños también asistieron Guillermo Churuchumbi, alcalde de Cayambe, y medios de comunicación locales. Sus familiares y amigos consideran que el mejor homenaje que ahora se le puede hacer al hombre de mayor edad del Ecuador es ofrecer un cuidado especial, con la visita de médicos especialistas en personas adultas, pues Segundo Miguel Quinatoa Rundo ya no puede salir con facilidad de la parroquia Juan Montalvo.

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