Los locales de fotocopiado y cibercafé están afectados

Redacción Guayaquil

En un tramo de la avenida Delta, a la altura de    la Universidad Estatal de Guayaquil, hay unos  60 comercios. En su mayoría son cibercafés y locales de fotocopiado.

Desde inicios del mes pasado, cuando comenzó la crisis eléctrica en el país, la cotidianidad de estos negocios   se alteró. Ello se evidencia, principalmente, con la reducción de sus ventas y, por ende, de sus ingresos.

Por la suspensión del suministro eléctrico, dos horas en la mañana y dos en la tarde, de lunes a viernes, los dueños debieron reducir  sus horas laborables:  de 12 a ocho horas. Pocos han encontrado una solución con la compra de un generador. La mayoría no dispone de dinero adicional para concretar esta adquisición o, por lo menos, arrendar por horas uno de estos generadores.

Isabel Lara,  dueña de Centro de Fotocopiado, cuenta  que antes abría su local a las 07:00, pero  ahora  tiene que hacerlo dos horas más tarde porque en este lapso no tiene electricidad.

En el segundo corte del día, desde las 16:00 hasta las 18:00 (horario vigente la semana pasada), ella no cierra su local y lo tiene abierto, a la espera de que “por lo menos se venda   un lápiz”. Ella espera que el Gobierno dé una solución rápida a los apagones.

Para Kevin Soto, dueño de otro local de fotocopiado, la situación es más difícil. Él asegura que las ventas (servicio de fotocopias  y comercialización de productos de papelería) han caído en un 75%. Antes de los racionamientos, las ventas diarias alcanzaban   los USD 120. Ahora, con los cortes, apenas llegan  a los USD 30.

La única solución que encontró para afrontar esta situación fue   suspender, momentáneamente, a tres de los   cuatro empleados que trabajaban en el local.

Según señala,  adquirir un generador de energía eléctrica es muy costoso para su pequeño local. “Me hubiese gustado estar prevenido y enterado de que se venia la crisis energética, por lo menos hubiera pedido un crédito bancario para adquirir un generador” señala.

De los 60 locales que existen en la av. Delta, solo tres poseen un generador.  Uno de ellos fue comprado para afrontar los apagones en el gobierno del entonces presidente Sixto Durán Ballén.

Sin embargo, es una ayuda a medias, ya que debe cubrir el costo del combustible.

A pesar de esta situación generada por la crisis eléctrica, el costo de las copias no se ha incrementado. La mayoría de  clientes de estos negocios provienen de la Estatal de Guayaquil.

Hugo Moreno, administrador de otro centro de copias, recuerda que la situación económica es difícil para todos y, por esa razón, no incrementa  los precios de las copias. Hacerlo dificultaría la situación de su local.

Los propietarios de estos locales esperan que el suministro de  energía eléctrica se regule lo más pronto posible, para recuperar las pérdidas ocasionadas por los racionamientos.

En otras actividades

Los centros  comerciales  de Guayaquil,  como El Sol, San Marino o Riocentro, cumplen  el pedido de Gobierno de utilizar sus plantas de generación propia.

La Eléctrica de  Guayaquil dispuso que el suministro de energía no se suspenda en los sectores donde funcionan hospitales  y otras casas de salud.
La Comisión  de Tránsito del Guayas continuará con sus controles en calles y avenidas.  

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